La modificación del kilometraje generó malestar

El mojón 100 vuelve al Camino Francés

El hito que marca la distancia mínima para lograr la Compostela ya se encuentra instalado en Ferreiros. La desaparición del simbólico punto durante meses provocó quejas de los peregrinos
Unos peregrinos caminan ante el nuevo mojón que indica el kilómetro 100, en el concello de Paradela
photo_camera Unos peregrinos caminan ante el nuevo mojón que indica el kilómetro 100, en el concello de Paradela

El simbólico mojón del kilómetro 100 ya se encuentra de nuevo en el Camino Francés. Fue instalado en julio en la parroquia de Ferreiros (Paradela), después de varios meses en el que los peregrinos echaron en falta este hito, con el que el que se suelen tomar fotografías.

A principios de este año la Xunta de Galicia llevó a cabo una nueva señalización de la ruta jacobea para adaptar el trazado a la delimitación del Camino Francés aprobada en 2011, con la que se cambiaron los mojones y el kilometraje. Con esta modificación el hito 100 pasó de localizarse en A Pinza (Sarria) a estar entre Mirallos y A Pena, en la parroquia de Ferreiros (Paradela).

La Administración autonómica retiró en enero el mojón de A Pinza y hace unos meses instaló los nuevos hitos en el Camino, sin colocar curiosamente el kilómetro 100. No lo hizo hasta julio a pesar de que el resto de mojones llevaban tiempo instalados. Su desaparición provocó en este tiempo quejas de los peregrinos, explicaron los responsables de un local hostelero situado junto a este hito. Aseguraron que los caminantes se mostraban "enfadados" de no localizar el mojón, que marca la distancia mínima para lograr la Compostela, un punto simbólico para tomarse una fotografía.

Según señalaron, los peregrinos se mostraban sorprendidos de encontrarse el kilómetro 99,930 y no el 100. "Nos preguntaban por el mojón y se daban la vuelta para buscarlo. Hasta nos echaban la culpa", apuntaron. Ante esta situación llegaron a preparar una información de por qué había desaparecido el mojón para mostrársela a los peregrinos cada vez que preguntaban por él.

A pesar de que el hito solo lleva instalado unas semanas, ya presenta pintadas e incluso dejaron abandonadas en él unas zapatillas, unas botas y una chaqueta. "El primer día se sorprendían los peregrinos y nos decían que estaba muy cuidado, no sabían que lo acababan de instalar. Ahora ya está lleno de pintadas", se lamentaron estos hosteleros.

No es el único hito que ya sufre desperfectos, pues otros no tienen las placas que marcan el kilometraje ni las vieiras, según un peregrino.

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