El Ministerio de Economía admite que ''la gestión del catastro gallego es muy compleja''

A diferencia de otras comunidades españolas donde el suelo está menos fragmentado, la gestión del catastro en Galicia supone una labor tremendamente complicada. Así lo admiten desde el propio departamento, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda. ''El catastro gallego tiene un modelo de gestión muy complejo'', reconocen fuentes de la Dirección General.

¿Cuáles son las razones? La principal dificultad que se encuentran los funcionarios a diario es la ingente cantidad de propiedades registradas, consecuencia directa del minifundismo tan arraigado en las cuatro provincias. Galicia tiene catastradas cerca de 15 millones de parcelas rústicas, lo que representa ''una cifra realmente extraordinaria''. Sólo el efecto de la concentración parcelaria ha conseguido reducir el inventario de pequeñas fincas y parcelas distribuidas por toda Galicia.

En esta cifra aparecen numerosas propiedades con titular desconocido, fruto casi siempre de la emigración. Pero ninguna de ellas cae en el olvido, ya que el catastro facilita a menudo la localización de predios en casos de herencias. ''Es una fuente de información enormemente útil para investigar este tipo de situaciones'', recuerdan desde este organismo.

Con todo, la fragmentación de la tierra no es el único problema en la gestión del catastro gallego. Fuentes de este organismo señalan otras dificultades como el desinterés de algunos propietarios en declarar alteraciones de cultivos o cambios de propiedad, el abandono de muchas zonas rurales del interior --Galicia tiene 1.400 aldeas vacías--, la dispersión de las edificaciones o la existencia de una gran cantidad de núcleos de población. Pero la fragmentación de la tierra es ''la dificultad más significativa'', admiten.

15 millones de parcelas
Los datos del catastro reflejan la tradicional fragmentación que caracteriza el campo gallego. Sólo en Galicia están catastrados unos 15 millones de parcelas rústicas, lo que dificulta sobremanera la gestión del registro. Nada que ver con otras zonas de España, como Castilla o Extremadura, donde el latifundio redujo de forma considerable las cifras de propiedades.

El proceso de revisión suele iniciarse por iniciativa municipal y en consenso con el Catastro. En caso de aprobación del PXOM, este departamento plantea al consistorio la conveniencia de efectuar la revisión.

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