El metano contamina unas veinte veces más que el CO2, pero en España se le presta mucha menos atención. Pese a contar con una de las mayores cabañas ganaderas de Europa, apenas hay una veintena de plantas que utilizan este residuo para producir energía. «Yo tengo identificadas cinco, dos en Valencia y tres en Cataluña. En Alemania ya hay más de 5.000, y siguen aumentando», señala el gerente de la empresa valenciana Husesolar, Juan Valor.
Buena parte de la tecnología empleada en España procede, de hecho, del país germano. No es sencilla ni barata, quizás por eso no son muchas las empresas que se lanzan al negocio.
Husesolar será la primera en hacerlo en la comunidad gallega, si sus planes no se tuercen y logra obtener todos los permisos necesarios, que no son pocos, sobre todo cuando las plantas utilizan diversos residuos orgánicos.
Objetivos nacionales
España cuenta con un Plan de Biodigestión de Purines aprobado para el periodo 2009-2012 que contempla la implantación de procesos tecnológicos de metanización de los residuos ganaderos con un doble objetivo: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y producir energía.
Las previsiones eran tratar 9,4 millones de toneladas de purines al año, lo que permitiría reducir 2,23 millones de toneladas de CO2 en el mismo periodo, pero los objetivos parecen muy lejos de cumplirse.
En Galicia hay varias experiencias de producción de biogás, pero de momento ninguna con purines. Las plantas de tratamiento de residuos de Cerceda y Nostián producen energía de esta forma, al igual que Carballo Biometanización, una planta privada instalada en una depuradora de Calvo.
