El mercado municipal de Vilalba, una obra rematada hace meses y que está a la espera de su inauguración, abrirá sus puertas en poco más de 15 días, previsiblemente a principios de mayo, tras el cierre de la plaza de abastos, tal y como confirma el regidor, Gerardo Criado.
El Concello aprobó la apertura de los expedientes para la concesión de los puestos del nuevo espacio, que serán de adjudicación directa para los tres placeros que se mantienen actualmente en el edificio y de libre concurrencia para los nuevos interesados.
«Tienen que aceptar una serie de condiciones que varían al pasar de plaza de abastos a mercado municipal», indica Criado, que enumera algunas como un aumento en el precio por el alquiler del puesto y varias inversiones como la instalación de la cámara frigorífica. Por su parte, recalca, el Concello correrá con el servicio de agua y luz, así como con la limpieza de servicios comunes.
«Empiezan a correr los plazos», dice el regidor, que explica que a mayores de los tres puestos reservados, si están interesados, para los actuales placeros, el mercado municipal dispondrá de dos más y de otra zona en la que se podrán instalar vendedores eventuales para la venta de excedentes de la agricultura. Los interesados ya pueden inscribirse en el departamento de urbanismo municipal.
«Es un paso muy importante en cuanto al servicio, que tendrá un efecto dinamizador», resalta Criado, que adelanta que la apertura del mercado contempla una última actuación, otra capa de resina en el suelo para facilitar su limpieza posterior. Se prolongará unos siete días, durante los que los puestos no funcionarán y el inmueble estará cerrado al público.
Respecto a la tardanza en abrir las instalaciones, Criado explica que se readaptó a las necesidades del proyecto original, que se enmarca dentro de uno «más ambicioso», que incluyó la rehabilitación de la Rúa dos Pepes, a la que en este trimestre se trasladará la parada de taxis, o la remodelación del párking. Sobre el futuro del inmueble, «un lujo en el centro del pueblo», barajan nuevas actuaciones para «reorganizar» el edificios, recuperar el espacio que dejará libre la plaza o ganar una altura más al derribar la cúpula.
