El mercadillo de Monforte crece mes a mes sin ningún tipo de control municipal

El alcalde dice que los servicios técnicos trabajan en una ordenanza, pero admite que desconoce cuándo estará lista para aprobarla
Un momento del último mercadillo celebrado en el parque de Os Condes
photo_camera Un momento del último mercadillo celebrado en el parque de Os Condes

El mercadillo que se celebra todos los domingos en el parque de Os Condes de Monforte crece mes a mes a la espera de que el Ayuntamiento redacte una ordenanza que regule su funcionamiento, pues hace tiempo que se dio la voz de alarma tanto por las dimensiones que está cobrando como por los productos y objetos que se venden sin ningún tipo de control.

El alcalde, el socialista José Tomé Roca, indicó que los servicios técnicos municipales trabajan en la redacción de una normativa desde el pasado mes de septiembre, pero que desconoce cuándo estará lista debido a que los mismos funcionarios están ocupados en otras tareas no menos importantes, según aseguró.

Su idea es presentarle a los portavoces de los partidos con representación en la corporación municipal el borrador de la ordenanza a fin de consensuarla. Entiende que nadie se opondrá a disponer de una norma en la que se exija disponer de licencias comerciales de venta y el pago de unas tasas por acudir al mercadillo, «xa que falamos de ocupación de espazo público con ánimo de lucro», pero también confía en que haya acuerdo en regular el tipo de actividad que pueda encajar en este tipo de mercados.

criticas. Y es que no han sido pocas las críticas de varios comerciantes monfortinos que han considerado una competencia desleal lo que ocurre cada domingo en el parque de Os Condes, donde se instalan puestos de venta de productos que van desde los textiles hasta los alimenticios. En este último caso, muchos han preguntado cómo sabe el Ayuntamiento que los alimentos a la venta reúnen los pertinente controles sanitarios y si sabe que en caso de ocurrir una desgracia sería el responsable subsidiario de lo que ocurriese.

quejas. No son las únicas quejas que cobran fuerza, pues cada vez son más los que critican el numeroso espacio que ocupan los vendedores. De instalarse en un principio solo en un lateral del parque donde hay una pérgola, en la actualidad se colocan frente a ella, en la pequeña explanada del anfiteatro, y en el paseo junto al río.

Además, hay quien no entiende como muchos dejan basura esparcida por el suelo, como tampoco los daños que se causan en el parque el introducir coches y remolques para descargar mercancía.

El alcalde monfortino indicó en más de una ocasión que, a su juicio, este no era el espacio más adecuado para el mercadillo.

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