''El mar se te mete en la sangre y no puedes pasar un solo día sin verlo, sin acercarte a él''

Mario Coto en el Club Náutico de Ribadeo (Foto: Antonio López)
photo_camera Mario Coto en el Club Náutico de Ribadeo (Foto: Antonio López)

MARIO COTO y Ribadeo son uno. Nació hace 60 años en la villa que le ha visto madurar entre el mar y una costa salpicada de belleza. Ahora desde hace dos años ostenta la presidencia del Club Náutico, desde donde no pierde de vista al mar.

¿Qué significa para usted el Club Náutico?

Es algo muy importante y estoy orgulloso de ser su presidente. Se trata del segundo de Galicia en importancia, tanto en número de embarcaciones como de socios y desde que estoy aquí me he puesto al servicio de ellos para arreglar todas las cosas que pueda.

¿Podría vivir lejos del mar?

Pues no, es una cosa que no sé si sin querer o queriendo se te mete en la sangre y necesitas verlo o acercarte a él todos los días.

¿Existe elitismo en los clubes náuticos?

Es una fama mal ganada. Es algo que no existe. Aquí tenemos 970 socios y más o menos 670 embarcaciones. Hay personas que han sido marineros toda la vida y ahora tienen un bote pequeño para salir a pescar y otros que tienen un poder adquisitivo mayor y que tienen embarcaciones más grandes.

¿Pero no siente que se tiene esa imagen?

Sí, pero lo que digo es que es igual que hay gente que tiene un Rolls Royce y gente que tiene un Kia. Además, es un error pensar que estar en un club náutico es muy caro, porque creo que el que va de caza o juega al golf se gasta más dinero.

¿Cuándo fue la primera vez que navegó?

Tenía entre 12 y 13 años y fue aquí, en el puerto de Porcillán. Fue en un bote de vela latina, que es el tradicional de Ribadeo. Fíjate lo que son las cosas que luego no he sido aficionado a la vela, sino a las embarcaciones a motor.

¿Quién le inculcó su amor por el mar?

Soy de Ribadeo, nací aquí y me empezó a gustar porque empecé a ir a pescar con caña. Cuando pude me compré una embarcación y, además, me casé con hija de marinero y siempre hubo en casa donde navegar. Pero no me viene nada de familia.

¿Qué tiene de especial la ría de Ribadeo?

Tú puedes decir que lo digo por enamoramiento, pero me encanta el conjunto de la ría, su entorno, los pueblos limítrofes, como Castropol, Figueras o Vegadeo. Es un espacio estupendo para navegar y tenemos la bocana de la ría muy cerca.

¿Cuál fue la peor situación que vivió en un barco?

Íbamos de ruta de Ribadeo a Viveiro en un velero con unos amigos y se levantó una bronca de fuerza de viento y de mar. Atracamos en Burela , comimos y salimos destino a Viveiro. Había mucho mar y nos quedamos sin motor. Al final descubrí que era una goma que iba a los inyectores del motor, pero pasas un momento de apuro, aunque sabes que tienes mecanismos para salvarte.

¿Qué le quita más tiempo, su trabajo o el Club Náutico?

Tengo 60 años y mi empresa, en estos momentos, la lleva mi hijo mayor al cien por cien. A mí todavía me consultan cosas, me mandan a recados... pero estoy muy desvinculado y casi todo el tiempo se lo dedico al Club Náutico.

¿Qué cree que le falta a Ribadeo para crecer?

Llevamos muchos años perdidos porque uno de los puntos claves es la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal. Tengo la sensación de que aquí no hubo la locura constructiva que hubo en otros concellos cercanos. Pero ahora se tiene que aprobar ese plan para que haya una salida a la demanda de viviendas que hay.

Porque la gente quiere vivir en Ribadeo.

Sí, porque es una villa donde hay bienestar, comercio, turismo... No hay una gran fábrica, pero tenemos el puerto comercial, el náutico y estamos muy bien comunicados, aunque falta que terminen esos tramos de la autovía. Desde luego, Ribadeo tiene un don de crecimiento y un potencial bueno para crecer.

¿Cómo ve a Ribadeo dentro de diez años?

Me gustaría que fuera yendo como hasta ahora. Que crezca pero sin desmesura constructiva y cuidando las zonas verdes. Y que haya sentido político.

El mar, ¿alarga o acorta la vida?

Mira, mi suegro tiene 83 años, fue toda la vida marinero y tiene una embarcación y se levanta casi todos los días a las cinco de la mañana para ir a pescar calamares. Las condiciones en el mar han cambiado mucho, igual que la de los mineros o la de otros trabajadores.

Al mar hay que tenerle...

Lo tengo muy claro: respeto, siempre respeto. No sabes lo que va a ocurrir en cualquier momento, por eso tienes que tener precaución, porque te da muchas sorpresas.

¿Cómo definiría su filosofía de vida?

La mía es tener tranquilidad, ser una persona con relación de amistad con sus gentes, con sus compañeros, sin discutir mucho. Hay que comportarse con naturalidad y ser siempre una persona de bien.

En corto

Un paseo por...

La ruta al faro de Ribadeo, es estupendo, porque sientes la brisa del mar.

¿Una playa en A Mariña?

Os Castros.

Para comer un buen pescado.

En la lonja de Burela, es un referente en cuanto al pescado en la comarca.

Su plato favorito.

Es curioso, porque aunque soy hombre de mar donde se ponga un buen cocido... Ya sea agosto, septiembre o enero.

Un barco bonito.

Uno que trajo el presidente de Ferrrovial, Rafael del Pino, aquí a Ribadeo.

¿Hace deporte?

Deporte no, pero camino y hago cosas en la finca, como cortar la hierba, pero sobre todo estoy en el mar.

¿Qué quería ser de pequeño?

Camarero, pero luego aprendí el oficio de mi padre, que era albañil, y a eso me dediqué.

¿Un lugar para pensar?

Santa Cruz.

«Soy de mar, pero mi plato favorito es un buen cocido»

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