El juicio por las tarjetas black de Caja Madrid encara su fase final

Tras más de dos años de instrucción, se expondrán las conclusiones contra sus 65 usuarios, entre ellos los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato
Rodrigo Rato llega a la Audiencia Nacional
photo_camera Rodrigo Rato llega a la Audiencia Nacional

El juicio contra 65 usuarios de tarjetas opacas de Caja Madrid, entre ellos los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, llega esta semana a su fin, con la exposición de las conclusiones definitivas de las acusaciones y las defensas tras quince sesiones y más de dos años de instrucción. 

El escándalo por el uso de las tarjetas fue detectado por la Fiscalía Anticorrupción en un informe, realizado en 2014 a instancias de la auditoría interna de Bankia, en el que señalaba a los que habían dispuesto de unas tarjetas de crédito supuestamente opacas y sin soporte contractual. 

Bankia-BFA y el FROB ejercen la acusación particular, en tanto que la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), a la que representa el exdiputado de UPyD Andrés Herzog, la acusación popular, junto con la Confederación General de Trabajadores (CGT). 

Rato alegó que su uso era una práctica plenamente aceptada cuando accedió al cargo, incluida en su contrato y conocida por Hacienda y por los supervisores

La Fiscalía Anticorrupción pide 4,5 y 6 años de cárcel para Rato y Blesa, respectivamente, en tanto que el FROB y la propia Bankia solicitan entre 6 y 10 años de cárcel por posible administración desleal de los exmiembros del consejo. Por su parte, la CIC, agrupación de asociaciones y sindicatos de las antiguas cajas que preside Gonzalo Postigo, solicita penas de cárcel de diez años para Rato, Blesa y Sánchez Barcoj, y de seis años para los otros 62 procesados. 

Tanto a lo largo de la instrucción como durante las sesiones del juicio los acusados han expuesto ante el juez variados argumentos para defender su inocencia e intentar demostrar que el uso de las tarjetas no implica delito alguno. Rato alegó que su uso era una práctica plenamente aceptada cuando accedió al cargo, incluida en su contrato y conocida por Hacienda y por los supervisores. 

La entrega y el uso de dichas tarjetas por parte de consejeros y directivos era una práctica "notoria" en Caja Madrid, establecida antes de su llegada a la entidad y en la que, según él, no tuvo ninguna participación. 

Blesa traslada a su antecesor en el cargo, Jaime Terceiro, la puesta en marcha de este sistema, con el que se pretendía dignificar la función de los consejeros y compensar sus esfuerzos y dedicación. 

Otros argumentos esgrimidos por los acusados han sido que se trataba de una remuneración en concepto de representación, y que en ningún caso se puede hablar de apropiación indebida porque era notoria la naturaleza retributiva de las tarjetas, así como el control mensual de los gastos tanto por parte de Caja Madrid como de Bankia. 

Entre el lunes, el miércoles y el viernes, únicos días laborables de la semana, acusaciones y defensas expondrán sus alegatos finales, aunque la presidenta de la sala, Angela Murillo, ha dispuesto que si es necesario se pueden prolongar los días 21, 22 y 23 de diciembre.

Comentarios