El juez Sergio Orduña ha dado por finalizada la instrucción sobre la decena de ataques sexuales sufridos por mujeres en Lugo entre 2013 y 2015. En su escrito de conclusión de sumario, considera que se ha podido acreditar la participación de Pablo G.A. en cuatro delitos contra la libertad sexual y un quinto en la modalidad de agresión sexual con penetración.
El titular del juzgado de Instrucción 3 se centra en estos cinco episodios pese a que los investigados eran más. Pero en algunos casos no se ha podido demostrar la participación del acusado y en otros las propias víctimas han renunciado a seguir con la acusación.
En varios de los ataques no se pudo demostrar la autoría y algunas de la víctimas renunciaron a seguir en el caso
Pablo G.A. permanece en prisión por estos hechos desde que fue detenido en noviembre de 2015, después de que su última víctima, la que sufrió la violación, lo denunciara y aportara datos como su nombre y la matrícula de su coche. Acaba así una carrera delictiva en la que, según confesó él mismo, sufría "impulsos" lo llevaban a acechar a mujeres por la noche, seguirlas y abalanzarse sobre ellas para someterlas a tocamientos, arrancarles la ropa y masturbarse. Varias de las víctimas lo reconocieron posteriormente en una rueda de reconocimiento.
Ahora, el magistrado da por finalizada la investigación y envía todo a la Audiencia Provincial para que esta reclame a la Fiscalía y las partes la presentación de sus escritos de acusación y defensa y se fije fecha para el juicio oral contra el hombre.
En su auto, considera que "de las diligencias practicadas queda acreditada la perpetración de un hecho punible y su calificación como cuatro delitos contra la libertad sexual del artículo 178 del Código Penal (penados cada uno con entre uno y cuatro años de prisión) y un delito contra la libertad sexual con la modalidad de agresión sexual con penetración del artículo 179 (de 6 a 12 años)". Pablo G.A. podría por tanto ser condenado a entre 10 y 28 años.