La Semana Santa de Viveiro llegó a su momento álgido, que continúa hoy, con las procesiones del Jueves Santo en las que desfilan doce pasos. Pese a que el día amaneció muy lluvioso, por la tarde vino la calma y pudo salir la primera de las comitivas, la de la Última Cena, organizada por la Venerable Orden Tercera Franciscana y acompañada en todo su recorrido por cientos de fieles. Entre ellos estaban autoridades como la corporación municipal, los diputados mariñanos o el subdelegado del Gobierno.
De la iglesia de San Francisco salieron los pasos de La Cena, creada en 1808 por el sancibrense Juan Sarmiento, que caracterizó como los apóstoles a marineros de la villa; la Oración del Huerto, de la escuela de Gregorio Hernández del siglo XVII; la Flagelación, de José Tena de 1908; El Ecce Homo de José Rivas de 1950 y la Virgen de los Dolores, de 1741, vestida con túnica y manto de Manila, que desfilaron en perfecta armonía al paso de varias decenas de llevadores y al son de la banda.
