Los alcaldes lucenses se resisten a la enésima norma para luchar contra el feísmo

Un calle de Monforte y el cierre de una finca en Palas de Rei. (EP)
photo_camera Un calle de Monforte y el cierre de una finca en Palas de Rei. (EP)

Los alcaldes de la provincia, independientemente del partido en que militen, no están convencidos de que la reforma de la Lei do Solo consiga su objetivo de erradicar el feísmo en el rural gallego. El punto que crea más controversia es el que se refiere a la edificación forzosa, una figura que da competencias a los municipios para exigir a los propietarios de obras inacabadas que las terminen. El objetivo es acabar con el ladrillo a la vista y las edificaciones inadecuadas que germinan en muchos campos, pero pocos regidores están dispuestos a enfrentarse a vecinos de los que conocen sus posibles problemas económicos y, mucho menos, se ven capaces de actuar de oficio, básicamente, porque en esta época de recortes y ajustes son muy pocos los municipios con la capacidad económica necesaria para dispones de las partidas que financien estas contrataciones.

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