El vagabundo de origen portugués cuya situación estaba siendo analizada por la Fiscalía tras ser denunciado por varias agresiones en la localidad ribadense, lleva un mes fuera de la villa.
El indigente llegó al municipio en las pasadas navidades y ya entonces los servicios sociales le ofrecieron ropa limpia y una ducha en el polideportivo municipal. Pocos días después de su llegada, otros vagabundos presentaron quejas contra él, renunciando a dormir en las instalaciones públicas que el Concello les cedió cuando arreciaban las olas de frío en la zona, por temor a ser agredidos por él.
Tras ser denunciado por agredir a varios ancianos, los servicios sociales pidieron la ayuda de médicos especialistas, sin éxito, hasta elevar el caso a la Fiscalía.
Ahora, se cree que el vagabundo se encuentra en la zona centro de Asturias.
