El incidente de Vilanova reaviva el debate de la playa fluvial de Monforte

Muchos vecinos entienden que una ciudad con río no puede estar sin una zona de baño vigilada
En Vilanova, hay espacios donde los vecinos crearon trampolines y otras estructuras de madera
photo_camera En Vilanova, hay espacios donde los vecinos crearon trampolines y otras estructuras de madera

El incidente ocurrido la tarde del sábado en el que dos niñas monfortinas se salvaron de morir ahogadas gracias a la intervención de tres vecinos, cuando se bañaban en la zona de Vilanova, disparó la polémica sobre la falta de un área de baño público en el casco urbano de Monforte. En las redes sociales y en la calle se reavivó el debate y mientras muchos vecinos consideran que si hubiera un recinto adecuado con socorristas se evitarían situaciones como la del sábado, otros valoran que los hechos fueron un golpe de mala suerte y podrían ocurrir igual en una zona vigilada.

En Monforte hay tres puntos del río Cabe en los que los vecinos se bañan desde siempre pese a no ser playas fluviales autorizadas. Son Ribasaltas, O Malecón y Vilanova y, precisamente, las niñas estaban en este último enclave. Ninguna de esas localizaciones tiene vigilancia y todas arrastran riesgos. En Ribasaltas, el agua no está en buenas condiciones sanitarias y en O Malecón, el río está muy estancado y hay mucho tránsito de vehículos. Vilanova cuenta con sombras y dos áreas bastante seguras para el baño, pero el cauce tiene algunas pozas que si no se conocen se vuelven peligrosas. El espacio de Vilanova es de carácter privado pero uno de sus dueños donó una parte al Ayuntamiento para que se reconvierta en área pública de baño. El equipo de gobierno local negocia con el otro propietario para hacerse con el resto.

Teniendo en cuenta que el Ayuntamiento tiene parte del terreno, algunos vecinos pedían ayer que al menos se colocasen carteles que avisen de que se trata de una zona sin vigilancia que tiene pozas y evitar así nuevos incidentes. Pero el alcalde, José Tomé, explicó que eso tampoco es fácil. Argumentó que la propiedad es indivisa y no se sabe qué parte pertenece a cada uno de los dueños. Además, aunque el suelo estaría cedido al Ayuntamiento, el río en sí es competencia de la Confederación Hidrográfica.

Así las cosas, el alcalde insiste en que no se puede actuar por impulso y que la playa fluvial debe ser un proyecto riguroso. "Non haberá praia se non logramos facela nunha zona con todas as garantías sanitarias e de seguridade", dijo.

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