El IES Monte Castelo de Burela apuesta por los viajes como aprendizaje

Cuatro profesoras del centro que trabajan en planificar estas actividades destacan los beneficios que tienen para los alumnos. Las docentes explican que la falta de ayudas para su desarrollo está provocando que cada vez sean menos los estudiantes que los realizan
Mesa redonda, en la sede de El Progreso en Burela
photo_camera Mesa redonda, en la sede de El Progreso en Burela

El IES Monte Castelo de Burela fue uno de los primeros centros de la comarca en apostar por los intercambios de estudiantes dentro de los programas europeos como un método de aprendizaje informal, que aporta a los alumnos múltiples beneficios. Pero no solo se trata de viajes al extranjero sino que también hay profesoras que se dedican a planificar viajes internos con los que apoyar los temas que los estudiantes abordan en clase. "Trátase dunha aprendizaxe informal, que lles aporta moitas cousas aos rapaces non só curriculares", destaca la profesora Herminia Pernas, que junto a Irene Paredes, Carmen Cociña y Delfina Pena participó en una mesa redonda en la delegación de El Progreso en Burela.

En este sentido, Irene Paredes, que acumula experiencia en la organización de los intercambios que el centro mantiene con la República Checa, asegura que "a los estudiantes les permite entrar en contacto con otra cultura y conocer otras realidades, además de obligarles a manejarse en otro idioma". "También es la primera vez que muchos de ellos viajan solos por primera vez y les permite empezar a desenvolverse en otros ambiente", añade. Unas afirmaciones en las que, sin duda, están de acuerdo también Carmen Cociña y Delfina Pena, que destacan el interés de los alumnos en participar en estas actividades.

Entre los beneficios para los alumnos tampoco dudan en señalar el uso del inglés, porque la necesidad de defenderse en este idioma les hace soltarse más. A este respecto, Carmen Cociña también reconoce que hay mucha diferencia en el nivel de inglés de los estudiantes, un idioma que los extranjeros dominan mucho mejor.

"O interés por participar nestes intercambios, tanto no de Praga como no que temos co sur de Francia é xeral", explica Carmen Cociña, "porque normalmente todas son experiencias positivas, aínda que evidentemente vivir con outras familias non resulta sempre sinxelo".

Algo que las docentes echan en falta es la falta de ayudas para estos intercambios, que hace mermar el número de alumnos que optan por hacerlos. "Ahora apenas hay ayudas", reconoce Irene Paredes, "antes los intercambios duraban quince días y ahora solo una semana, porque todo cuesta más y se subvenciona menos".

En el caso del viaje a Madrid, que cada año organiza el departamento de Historia, Herminia Pernas explica que "organizanse rifas para unha cesta de peixe que nos doa Absa e con iso sufragamos as entradas, porque antes era todo gratis, pero agora non".

En un centro con un intercambio a Francia, resulta inevitable no abordar el tema de los atentados de París. "Nestes momentos, ir a París pensaríamo, máis que nada pola tensión que se respira, pero a onde vamos nós que é ao sur do país, non", asegura Delfina Pena. "Son cousas que poden pasar en calquera sitio", añade Carmen Cociña.

Futuro. Estos viajes llegan a influir en el futuro académico, e incluso profesional, de los estudiantes que optan por elegirlos.

"De la gente que empezó con los intercambios en el instituto, después en la universidad se fue de Erasmus y muchos de ellos, ahora están trabajando fuera", explica Irene Paredes, que también pone como ejemplo a una joven burelesa que optó por estudiar Medicina en la República Checa, concretamente en Vernó, después de haber viajado al país con el instituto.

"Sen dúbida, estas viaxes sérvelles para abrirse de mente a novas cousas", recalca Herminia Pernas.

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