La dirección del Complejo hospitalario universitario de Ourense ha justificado hoy la reducción de camas disponibles en la disminución de la actividad quirúrgica en esta época estival, aunque ha subrayado que no cerrará ninguna planta.
En un comunicado, la gerencia del hospital señala que no habrá cierre de plantas "lo que permitirá evitar habitaciones triples, una medida que tiene por objetivo mejorar las condiciones de los pacientes y su ingreso en la temporada de más calor".
Según estimaciones de años anteriores, la ocupación en los meses de verano se reduce de 15 % a 20 %, por lo que este año el centro limita su reducción a 98 camas, de las 826 en funcionamiento en los meses de julio, agosto y septiembre.
Como principal novedad para este año, según la nota, figura el hecho de que se mantendrán abiertas estas plantas, lo que permitirá "redistribuir a los pacientes".
"La reducción de camas es una realidad propia del sector sanitario público, originada por el bajo índice de ocupación hospitalaria y la menor frecuentación de pacientes en temporada estival" según el hospital.
Añade, además la "dificultad de contratar facultativos sustitutos en determinadas especialidades", básicas en las áreas quirúrgicas.
Respecto a las sustituciones de personal, la gerencia asegura que se han programado sustituciones, inter-sustituciones -entre compañeros- así como prolongaciones de jornada, retribuidas, "teniendo en cuenta la actividad histórica registrada en años anteriores en esta misma temporada estival".
Como principal novedad, el hospital indica que dará prioridad a s contratar personal frente las inter-sustituciones, mediante "paquetes de trabajo", que ofrecen "bien medias jornadas en distintos centros, o bien jornadas completas y guardas", lo que ha permitido ofertar "un gran volumen de trabajo".
