El Hospital da Costa coloca por primera vez una prótesis de tobillo

Luis Montero. (Foto: Antonio López)
photo_camera Luis Montero. (Foto: Antonio López)

Los traumatólogos del Hospital da Costa Luis Montero y José Antonio López, junto a un cirujano de la clínica Nuestra Señora de los Remedios de Barcelona, Xavier Martín, colocaron una prótesis de tobillo, la primera operación de estas características que se realiza en el centro. La intervención estuvo destinada a sustituir esta articulación cuando se encuentra deteriorada bien por desgaste o por un traumatismo (esta última la causa más habitual). «Non é unha intervención inhabitual ou novedosa, aínda que si infrecuente, porque os pacientes teñen que estar seleccionados e ter unhas determinadas características, xa que se trata de prótesis que son menos predecibles a longo prazo que as de xeonllo ou cadeira», explica el doctor Montero y especifica que, «teñen que ser persoas con moi boa calidade ósea porque a prótese vai directamente no óso».

Hasta hace poco tiempo estos implantes no daban demasiados buenos resultados a largo plazo y a pesar de haber avanzado mucho en los últimos años todavía son bastante impredecibles, aunque «a corto e medio prazo si son bastante bos». Por eso son muchos los pacientes que optan por la artrodesis como alternativa a esta cirugía. «Hai pacientes que non queren arriscarse e optan pola artrodesis, que supón a fixación do tobillo», indica el cirujano, «a articulación queda inmovilizada, pero desaparece a dor que é o que se persegue». Otra de las complicaciones de optar por la colocación de esta prótesis es que si esta fracasa resulta complicado volver a la artrodosis, «xa que hai que encher o oco que deixa a protése con óso do propio paciente».

Seguimiento

Pero en el caso de la paciente del hospital no quería fijar la articulación y se decantó por el implante una vez que los médicos le explicaron las ventajas y los inconvenientes de la intervención. «Agora faremoslle un seguimento para ver como se recupera», asegura Montero que también explica que este proceso es diferente en cada caso: «Si se trata dun paciente que vive na cidade e camiña por espacios regulares terá unha mellor recuperación que si se trata dunha persoa que vive no campo e anda por terreos irregulares». Pero, en términos generales se permite apoyar el yeso a las dos semanas y se retira entre la cuarta y la sexta para comenzar con la rehabilitación y conseguir una buena movilidad del tobillo.

Además, después de una intervención de estas características no es recomendable hacer deporte, porque se puede poner en riesgo la articulación, si acaso «poden realizarse actividades como a natación, a bicicleta ou outras similares que non supoñan unha agresión para a prótese». También es aconsejable perder peso, aunque lo más importante es hacer un seguimiento personalizado de cada paciente.

Dificultades

La principal dificultad de esta operación es «a boa orientación dos implantes, xa que non tes unhas referencias anatómicas perfectas, como no caso das cadeiras ou dos xeonllos». «Outra dificultade engadida é que non hai moitas e é a base de facer moitas como se vai collendo práctica, polo que o máis normal é que se hai un ciruxano especializado nesta ciruxía sea el o que a faga habitualmente para coller o que nós chamamos curva de aprendizaxe e así que o resultado sexa o mellor posible», afirma Montero. En este sentido, explica que el médico debe prestar mucha atención al cuidado de la piel, los tendones y los nervios, que en esa zona tienen muy poca protección.

Precisamente por eso se desplazó el doctor Martín hasta Burela, porque está especializado en la cirugía del tobillo. «Sempre intentamos facer cousas diferentes, polo menos unha cada trimestre», indica el traumatólogo, «por exemplo estivo xa aquí o doutor Cabanelas da clínica Mayo, que é especialista en xeonllos e cadeiras, outro especialista de Santiago en hombros e Carlos Irisarri, que é especialista en ciruxía da man». «Algunhas destas intervencións xa son habituais neste hospital, pero traendo a estes especialistas estamos ó tanto dos últimos avances e recibimos un pedazo de docencia que nunca está demais», asegura.

Casos

Esta es una operación poco corriente en el servicio de Traumatología, que si está acostumbrado a colocar otro tipo de prótesis derivadas de patologías ortopédicas, a tratar fracturas o a hacer artoscopias, es decir, a través de una pequeña incisión ver con una cámara la lesión y por otro corte paralelo repararla.

Sin embargo, la curiosidad por aprender siempre está presente y por eso buscan participar en cosas nuevas y para crear un foro de aprendizaje el hospital se encargará en 2014 de organizar el congreso gallego de traumatología.

OPERACIONES DE JUANETES
La cirugía percutánea permite a los enfermos salir andando en un día

El servicio de Traumatología del Hospital da Costa también cuenta desde hace un año con un novedoso equipo de aparatos que permite operar los juanetes sin apenas incisión mediante la cirugía percutánea. «É unha técnica limitada que non se pode aplicar cando as deformidades son moi chamativas, pero naquelas que non presentan grandes dificultades ten unha boa resolución estética e funcional», explica el doctor Luis Montero.

Una de las ventajas de este nuevo método es que se trata de una intervención «menos invasiva, menos agresiva e menos dolorosa que as outras e o paciente entra andando e xa sae andando ese mesmo día do hospital». Algo a tener muy en cuenta cuando esta intervención es una de las operaciones más frecuentes en los servicios de traumalogía de los hospitales: «Onte houbo intervencións e para hoxe (por ayer) tamén as hai programadas, son moi frecuentes, sobre todo en persoas maiores, aínda que non é exclusivo destas idades senón que se da en todas».

Datos

Según algunos estudios alrededor del 50% de las mujeres mayores de 50 años puede llegar a tener un problema serio por culpa de los juanetes: dolores, dificultades para calzarse los zapatos e, incluso, problemas para andar con normalidad. Por eso, muchas de ellas optan por operarse, además de por la estética.

La causa de esta deformación está fundamentalmente en un calzado inadecuado, que provoca una modificación del equilibrio dinámico del pie. La progresión de la deformación puede detenerse un poco con un calzado cómodo y, cuando son muy incipientes, mediante pequeños separadores para evitar la inclinación del primer dedo. Pero la única forma de acabar con ellos es mediante una intervención quirúrgica, tensando los tejidos destensados.

Comentarios