El hombre que cambió Ferreiros

Casa de los padres de Félix Vidal, adonde regresó él tras salir de prisión. (Foto: J. Vázquez/AEP)
photo_camera Casa de los padres de Félix Vidal, adonde regresó él tras salir de prisión. (Foto: J. Vázquez/AEP)

Félix Vidal Anido regresó a casa de sus padres, en San Andrés de Ferreiros (Pol), el 28 de diciembre tras pasar en prisión algo más de 32 años de los 73 a los que había sido condenado.

Vidal salió de la cárcel asturiana de Villabona confesándose «arrepentido» y en los siguientes días sus allegados pedían que se bajara la presión mediática en torno a él y a su familia y que se le dejara rehacer su vida. Pero la gran mayoría de los residentes de Ferreiros ansiaban y pedían, aunque en voz baja, justo lo contrario, conscientes de que un ciento de vecinos poca presión podían hacer. Lo único que les quedó fue cambiar radicalmente alguno de sus hábitos. Las mujeres que por las tardes salían a pasear por las pistas de la parroquia dejaron de hacerlo, empleadas de una cooperativa próxima abandonaron el trabajo y, como en una especie de responsabilidad colectiva, los vecinos empezaron a seguir, en la medida de sus posibilidades, las idas y venidas de Vidal Anido y a informarse entre ellos.

LA SENTENCIA
«Psicópata sexual desalmado»

Vidal fue condenado en 1987 por la Audiencia Provincial de Lugo con una sentencia en la que se le definía como una persona coherente y de pensamiento lúcido que esconde «una personalidad psicópata sexual desalmada».

En la cárcel tampoco dio pruebas de estar rehabilitado, pese a mostrar buen comportamiento.

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