El histórico hotel vilalbés Villamartín cierra tras más de 30 años de actividad

Una venta frustrada para hacer un geriátrico provoca la clausura de las instalaciones
Fachada del hotel Villamartín
photo_camera Fachada del hotel Villamartín

El emblemático Hotel Villamartín cierra sus puertas tras más de 30 años de historia. Convertido en un símbolo en la capital chairega desde que la familia Sanjurjo lo puso en marcha a mediados de la década de los 80, el establecimiento no resistió el embate de la crisis económica y la constante caída en las cifras de ocupación.

Tras hacerse público a principios de marzo que el hotel estaba en venta por boca de su propietario, José Sanjurjo, que reconocía «conversaciones abiertas» con varias firmas lucenses, tardaron poco menos de un mes en colgar un cartel de ‘Ccrrado por reformas’ en su puerta principal, el mismo mensaje que todavía hoy se puede ver en el mismo lugar y que también se anuncia en la web del establecimiento.

Lejos de unas reformas que nunca hubo, la acelerada clausura de las instalaciones vilalbesas -incluyen el hotel, el restaurante y la discoteca Troco-, responde a una venta frustrada.

«Estaba todo hablado, cerrada la negoción de palabra, pero se frustró en el último momento», indica Sanjurjo, que asegura que el cierre del hotel es definitivo y que el futuro solo pasa por la venta de las instalaciones.

Sin contrataciones cerradas para la temporada de verano y tras despedir al personal -en el hotel trabajaba una plantilla formada por diez personas-, los costes para volver a iniciar la actividad serían demasiado elevados.

La oferta que había sobre la mesa para la venta del hotel -prefiere no hacer público el nombre de la empresa interesada- estaba previsto que se firmase a principios del pasado mes de abril. Sin embargo, se abrieron algunos desacuerdos y se fueron posponiendo las fechas de la firma hasta que uno de los dos socios de la parte compradora se retiró. El otro, supuestamente aún interesado, busca la financiación para poder cerrar el acuerdo. Su intención es reconvertir el histórico hotel vilalbés en una residencia geriátrica.

«Me planteo o vender a esta gente o buscar otro comprador. Pero la decisión del cierre es definitiva», dice José Sanjurjo, que recuerda que las conversaciones sobre posibles ofertas se iniciaron hace más de un año con varias empresas de la provincia de Lugo, entre las que incluso se interesó una firma de Vilalba, aunque ese acuerdo tampoco cristalizó.

A la espera de cuál será su futuro, el gran hotel vilalbés permanece cerrado, igual que la discoteca Troco, que aunque ya se despidió el año pasado, abrió en Fin de Año y en Carnaval.

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