El hermano de Oswaldo Payá sugiere que España investigue la muerte del disidente

Los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero estaban vivos tras el accidente en que el régimen de Cuba sostiene que murieron hace poco más de un año, según dijo hoy el hermano del primero, Carlos Payá, quien pide una investigación internacional para aclarar esas dos muertes.

Oswaldo Payá "era ciudadano español", recordó su hermano en una entrevista telefónica con Efe, al señalar que eso "abre una posibilidad" de llevar a cabo una acción judicial desde España para esclarecer las circunstancias de su muerte.

"Estamos pidiendo a todas las instancias posibles. Hemos presentado una demanda en el Comité Interamericano de Derechos Humanos, el Centro Robert Kennedy, Human Rights Watch", dijo al subrayar que también han presentado una petición en ese sentido a la ONU en Ginebra firmada por 125 líderes y premios Nobel.

Oswaldo Payá es el caso de "un español muerto en circunstancias no aclaradas, que tiene antecedentes, como el acoso permanente durante años", destacó su hermano.

"Oswaldo estaba vigilado las 24 horas", añadió al recordar que unos años antes de su muerte le aflojaron las ruedas del coche y dos meses antes otro vehículo golpeó su furgoneta, en la que iba él con su esposa, "salvaron la vida de milagro", comentó.

El dirigente del Movimiento Cristiano de Liberación y residente en España, corroboró la versión de Ángel Carromero, quien dijo en una entrevista que publica hoy el diario El Mundo que los servicios secretos cubanos asesinaron a Oswaldo Payá y a Cepero el 22 de julio de 2012, en lo que hicieron parecer un accidente de tráfico.

Carromero sostiene en la entrevista que el automóvil que conducía y en el que iban Payá, Cepero y el sueco Jens Aron Moding se salió de la carretera al ser embestido por un vehículo azul que les seguía.

"En Bayamo, un vehículo azul comienza a perseguirnos. Viene hostigándonos muy cerca. Tanto que pude ver los ojos del conductor por el retrovisor. Al ver el coche, Oswaldo me dice: Son de la comunista por el color de la placa. Ángel, sigue como si nada", relató Carromero en su entrevista a El Mundo.

El dirigente de las juventudes del Partido Popular de Madrid fue condenado por la Justicia cubana a cuatro años de prisión y en diciembre pasado enviado a España para que cumpliera la condena.

"Lo que ha contado Ángel es lo que venimos diciendo desde el principio", dijo Carlos Payá al añadir que "sabíamos que esto no fue un accidente", y consideró que "fue decisión tomada desde muy arriba" en el régimen cubano.

En el caso de Harold Cepero "hay constancia total de que llegó vivo al hospital", dijo Carlos Payá, quien añadió, por otra parte, que "Oswaldo no llegó muerto al hospital", y destacó que cuando le entregaron su cadáver a la familia constataron que tenía la cabeza "destrozada" pero el cuerpo "intacto".

Oswaldo Payá incomodaba al régimen con sus denuncias sobre lo que llamaba el "cambio fraude" o "falsa transición" democrática en la isla, dijo su hermano, quien sobre Carromero recuerda que "hemos pedido de manera formal su indulto, nunca le hemos acusado de nada".

De la familia Payá "no queda nadie en Cuba", dijo el disidente al explicar que la esposa de su hermano y sus hijos se han exiliado en Miami (EE UU).

"Pedimos que fundamentalmente se sepa la verdad en este caso, no solo por justicia, sino para que cese la impunidad con la que el régimen sigue avasallando a la oposición y a nuestro grupo en particular", concluyó Carlos Payá.

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