El grupo Faros de España confía en que el de Ribadeo acabe siendo público

La presidenta de la plataforma que se opone a la privatización de estos edificios no ve posible impedir que Illa Pancha albergue un hotel y espera que la UE revierta la situación en el futuro
Pasarela hacia el islote de Illa Pancha, en Ribadeo
photo_camera Pasarela hacia el islote de Illa Pancha, en Ribadeo

Lola Padilla, presidenta de la plataforma Faros de España, que acaba de surgir en Málaga y que insta a la UE a crear una ruta de los faros para evitar su privatización, conviene en que quizás sea ya tarde para impedir que "caiga en manos privadas" el faro de Illa Pancha. Su conversión en hotel cuenta con el beneplácito del Consejo de Ministros. Aún así, la andaluza confía en que en un futuro, cuando termine el plazo de entre 10 y 15 años de la concesión, el edificio pueda volver a ser de uso público. Mientras tanto, insta a que el hostelero que se va a ocupar de este islote cumpla lo que anunció y les permita el acceso a los turistas y a los vecinos.

"Tal vez el ribadense no lo salvemos porque el proceso de concesión esté ya muy avanzado, pero sí podemos hacer que al menos el empresario se lo piense y permita el acceso público", sostuvo este jueves. "No pierdo la esperanza de que se salve porque creo que en un futuro formará parte de una red cultural y turística", avanza.

La malagueña es técnica de integración social y algunos municipios ya le han encargado planes de adecuación de instalaciones similares, por eso pensó: "¿Por qué no hacerlo a nivel nacional? Y así nació la plataforma Faros de España en Facebook, que cuenta con el apoyo de la Asociación de Amigos de Faros de Andalucía, entre otros colectivos". El grupo pretende evitar "que se pierdan o que caigan en manos privadas para uso exclusivo de pocos".

Ve indispensable desarrollar planes exhaustivos de adecuación y conservación de estos inmuebles históricos y, para ello, está haciendo llegar al Parlamento europeo la necesidad de crear una ruta europea de los faros.

Padilla se declara "una enamorada de los faros" y en especial de los del norte. Al de Ribadeo, "que está en un entorno muy hermoso", llegó tras una ruta a pie. La plataforma intenta "homenajear la profesión extinguida ya del farero y de sus familias, que dejaron su impronta y cuyo patrimonio histórico y cultural no puede caer en manos privadas. Deberían ser lugares de ocio y disfrute para todo el pueblo", insiste.

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