El Gobierno de Nicosia se baja el sueldo por solidaridad con una situación que podría alargarse un mes

Los bancos de Chipre comenzaron hoy a regresar a una cierta normalidad, si bien con severas restricciones al movimiento de capitales, y lo hicieron de forma ordenada, aunque muchos clientes sentían preocupación por el futuro de sus ahorros.

En respuesta a la crisis, el Gobierno anunció que el salario del presidente, hasta ahora de 158.551 euros anuales, se reducirá en un 25 %, y el de los ministros en una quinta parte. Además, el Ejecutivo conservador chipriota explicó que ha conseguido negociar con la troika de acreedores que los fondos del Gobierno, los municipios y las universidades queden excluidos de la quita que sufrirán los depósitos superiores a 100.000 euros del Banco de Chipre y del Popular.

En principio, las restricciones sobre el movimiento de capitales serán revisadas día a día durante una semana, aunque el ministro de Exteriores, Ioannis Kasulidis, dijo hoy que prevé que estén en vigor "aproximadamente durante un mes".

Ahora resta saber qué efecto tendrán sobre la economía de Chipre estas restricciones -que suponen una brecha en la libertad de movimiento de capitales, uno de los pilares del mercado común europeo- y la reestructuración bancaria, con la quita de depósitos y la pérdida de puestos de trabajo que conllevará.

Las previsiones de todos los analistas coinciden en que la economía de la pequeña nación isleña nunca volverá a ser como fue.

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