La nueva residencia de la tercera edad de Viveiro, construida frente a la playa de Covas, abrirá sus puertas hoy con la incorporación del primer grupo de usuarios. El centro geriátrico inicia así su andadura tras una larga espera de más de dos años. La puesta en marcha despeja las especulaciones que surgieron en las últimas semanas respecto a las posibles causas de la demora en la apertura.
La incorporación de los mayores al geriátrico se hará de manera progresiva, tal como explicó el gabinete de comunicación de la empresa Geriatros, que se encargará de la gestión del centro. En la primera remesa se prevé que accedan a la residencia un grupo de 20 personas, al que seguirán cada semana grupos más reducidos de diez personas. La finalidad del ingreso paulatino de los residentes radica en garantizar la adaptación adecuada de los usuarios a su nuevo hogar.
Los trabajadores que atenderán a los primeros mayores llevan ya unos días en el centro, que durante los dos últimos meses fue dotado con todo el equipamiento necesario para su puesta en funcionamiento. El resto de los empleados está también a la espera de la llamada de la empresa que resultó adjudicataria de las instalaciones.
Geriatros llevó a cabo una selección de personal, a la que concurrieron más de mil personas. Tras el primer examen quedaron únicamente un grupo de 400 personas, de las que salieron las 181 que finalmente resultaron seleccionadas para ocupar alguno de los cerca de 90 puestos de trabajos necesarios para el funcionamiento del centro. Sin embargo, no todos trabajarán de inmediato, ya que una parte del total quedará en la lista de espera para posibles sustituciones y la cobertura de las bajas que se puedan producir.
La residencia vivariense tiene capacidad para 150 plazas de mayores dependientes en régimen de residencia, a los que podrán sumarse en el futuro otras 50 personas, que soliciten atención en el centro de día, cuya puesta en marcha está a expensas de la demanda. En todo caso, la Xunta garantiza que se abrirá.
