El fuego de El Franco sigue activo y la zona podría ser declarada hoy catastrófica

El incendio que incomunicó la noche del sábado Asturias con Galicia dejó a tres familias sin casa, calcinó una cuadra y amenazó empresas. Ninguna autoridad confirma que haya habido detenidos, pese a que habló de dos arrestados. Una brigada investiga lo sucedido
Los Rodríguez frente a su casa y un hidroavión cargado en la ría
photo_camera Los Rodríguez frente a su casa y un hidroavión cargado en la ría

Una unidad militar con cien efectivos abandonó este lunes el Occidente asturiano y dos hidroaviones del Ministerio de Medio Ambiente les tomaron el relevo, cargando agua, en viajes continuos, en la ría de Ribadeo para frenar el avance de las llamas en los montes franquinos de la Barrosa. El incendio forestal -que obligó a cortar las comunicaciones varias horas el sábado por la noche entre Galicia y Asturias-, ha provocado que dos familias perdiesen sus casas, que unos ganaderos vieran hacerse añicos su cuadra y que ardiesen las tres cuartas partes del municipio. Por eso, la corporación municipal celebra, a las dos de esta tarde, un pleno extraordinario para declarar la localidad como zona catastrófica.

«Tanto el Estado, como el Principado, pueden conceder la declaración. No sabemos si con ella nos darán más ayudas por las pérdidas, pero es lo que corresponde tal y como ha quedado todo, desolado», matizaba el el lunes la alcaldesa Cecilia Pérez. A ninguna autoridad le consta que haya habido detenciones de los incendiarios, pese a los rumores que apuntaban a que dos jóvenes habrían sido apresados por ser los causantes. En algún medio de comunicación, se afirmó que algún ganadero o cazador podría haberlos prendido, algo que indigna a ambos colectivos, sobre todo al primero. Lo que parece evidente para todos los consultados es que han sido intencionados. Una brigada de investigación del Gobierno de Asturias comenzó el lunes sus pesquisas en la zona para esclarecer lo sucedido.

«No sabemos quiénes son los culpables, pero lo que está claro es que casi el 100% del sector ganadero del municipio se volcó desde el primer momento en sofocar las llamas y no solo en esta localidad, sino también en las limítrofes», destacaba Adrián García. Es más, los ganaderos fueron los primeros en llegar a defender las viviendas amenazadas.

«En mi caso, cargué seis veces la cuba del tractor, que tiene capacidad para 14.000 litros para apagar llamas en Viavélez y en La Caridad», matiza García. Otro ganadero del pueblo franquino de Arancedo, José Manuel Martínez Reinal, de la Casa Nogueira, también llenó cuatro veces el depósito de 10.000 litros de su cisterna para cooperar en la extinción del fuego en San Julián. Ambos recorrieron con sus tractores más de 30 kilómetros, desde el atardecer y hasta las cuatro y media de la madrugada del sábado al domingo.

«A las diez de aquella mañana ya vimos la cortina de humo que cubría la parte alta del concejo y supimos que había un incendio en Boal que amenazaba con alcanzarnos por el calor y el fuerte viento de 120 kilómetros por hora», informa Reinal. «Tuve que ir a Barres, en Castropol, a las dos de la tarde y allí supe que a otro ganadero lo habían llamado para defender una casa en el Vidural. Una hora después, la madre de este chico intentaba localizarle porque también corría peligro su propia vivienda en San Julián, en El Franco», añade. Las alertas más contundentes saltaron a las cinco y a las siete de la tarde.

A poco más de seis kilómetros de donde viven estos ganaderos, en otro barrio franquino, el de Lodeiros, las llamas alcanzaron a las seis de la tarde una cuadra: «El viento arrastró una povisa -brasa- que prendió primero en el estiercol y luego otra alcanzó el interior de la cuadra, justo en el pajar, con lo que empezó a arder todo como la pólvora, incluido el tejado de pizarra», lamentaba ayer la ganadera María Jesús García, que lleva 32 años viviendo en este lugar y nunca había visto un incendio de estas dimensiones.

«Afortunadamente aún no había ido a recoger a las 30 vacas que pastaban en otro prado, sino, morirían abrasadas en el establo», añade. Después de tres días sin poder pasar por el lugar, al fin llegó, ek lunes por la tarde, el camión con los piensos para el ganado.

Los ganaderos fueron los primeros en ayudar y así lo hicieron día y noche llenando de agua las cubas de sus tractores

«Las pérdidas son de más de 30.000 euros, incluyendo el hecho de que las vacas dieron menos leche al no comer pienso. Además, la cuadra no está asegurada», añadía el lunes García. Tanto ella, como los demás vecinos de lugar pudieron salvar sus viviendas gracias a la llegada de los bomberos y de los ganaderos que ayudaron.

En el municipio, le están muy agradecidos al alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, por haber enviado tanto a sus efectivos y medios contraincendios, como a los bomberos de Barreiros.

HOGARES. No hubo heridos, ni víctimas, pero tres familias perdieron sus casas. En el lugar de Riobón, en la parroquia franquina de Valdepares, un señor de 78 años perdió por completo su vivienda y ahora vive en otra cercana de su propiedad que ardió solo en parte. El inmueble de otros vecinos que residen fuera también sufrió graves desperfectos . El Ayuntamiento le pagó la estancia en Casa Xusto al primero y a otra familia que también perdió su hogar en Herbedeiras. Los afectados prefirieron irse después con familiares a La Caridad. «En un primer momento evacuamos por precaución a unos 30 vecinos que trasladamos al polideportivo», especifica la edil Victoria Zarcero.

Las llamas tuvieron en vilo en La Caridad y en El Franco a los dueños de un aserradero local, de la mueblería Torres y de un negocio de material de la construcción, entre otros, pero no llegó a alcanzar estas instalaciones.

«A las siete de la tarde, prendió un laurel y una palmera frente a la casa y luego las brasas llegaron al tejado de madera de la parte trasera. Pronto toda la vivienda empezó a arder. Sacamos a mi madre de 85 años y a una vecina de 84 y no nos dio tiempo ni a salvar la ropa. Solo recuperamos dos colchones», lamentaba ayer Javier Rodríguez, que vive con su progenitora, Inés Fernández y con sus hermanos José, de 59 años, y José Manuel, en una casa de Herbedeiras que quedó totalmente calcinada.

«Las pérdidas ascienden a 100.000 euros por lo menos, pero la mayor parte lo cubrirá el seguro, según nos han dicho. El perito nos dijo que podríamos alquilar, pagándolo la aseguradora, otro lugar en la zona hasta que se repare la vivienda, lo que podría demorarse un año. Lo que creo que no cubrirá son los 2.500 euros que teníamos dentro. Perdimos documentos de identidad y de todo», añade el afectado. Mientras, están viviendo en la casa de su hermana en Valdepares, donde pasarán la Navidad. Con la ayuda de un ganadero de Casa Xanón lograron salvar las 35 reses de su ganadería.

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