El fuego arrasó cerca de 11.000 hectáreas este verano en Galicia

Cerca de 11.000 hectáreas han ardido en lo que va de verano en Galicia como consecuencia de los incendios forestales, catorce de los cuales llevaron a los responsables de la administración autonómica a establecer la alerta de nivel uno, por la proximidad de las viviendas.

Fuentes de la Xunta, que avanzaron estos datos a EFE, recordaron que mañana comparecerá a petición propia ante el Parlamento de Galicia la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, para trasladar la información con que cuenta hasta ahora su departamento sobre lo que va de temporada alta de incendios forestales.

La Consellería de Medio Rural dio hoy por controlado a las 13:20 horas el último de los incendios de grandes proporciones que se inició a las 19:20 horas en la parroquia de Asados, en el municipio coruñés de Rianxo y que quemó unas 140 hectáreas.

En su extinción trabajan 3 técnicos, 15 agentes forestales, 31 brigadas, 18 motobombas, seis helicópteros y seis aviones.

El fuego cobró mayores proporciones por la noche, cuando se acercó a viviendas que, no obstante, no estuvieron en peligro por el volumen y eficacia de los medios desplegados en tierra durante las horas sin luz, según comentaron a Efe vecinos de la zona.

Así, ya a primera hora de este lunes se estabilizó el incendio y se apagaron las llamas, aunque permanecieron durante toda la mañana los medios aéreos y terrestres refrescando el monte para impedir un rebrote.

Fuentes vecinales apuntaron que habían pasado una noche "muy larga" ante la presencia del fuego, en ocasiones separado solo por una estrecha pista de sus domicilios, como en el caso del lugar de Somoza.

Así lo ha contado a Efe un vecino del lugar, Darío Gómez, quien dijo, no obstante, que no habían temido por sus domicilios, ya que los medios de extinción tuvieron una presencia masiva y funcionaron "de maravilla".

El vecino resaltó los numerosos medios que trabajaron "incluso por la noche" y que "todo estuvo perfectamente organizado y bien controlado", insistió.

Sobre las causas, afirmó que "lo sabe todo el mundo. Todos los incendios que hay, para mí, son provocados", concluyó.

Ya a primera hora, los brigadistas consideraban que con los trabajos de la noche se había controlado el fuego, aunque durante toda la mañana los efectivos desplegados continuaron con las labores de enfriamiento para que no se reavivaran las llamas, que habían calcinado una torre de telefonía móvil.

Técnicos que trabajaban en esta instalación explicaron a Efe que las llamas alcanzaron hasta la parte más alta, superior a los propios árboles, por encontrarse en la base material de fibra de vidrio, que propició que el fuego ascendiese con facilidad.

Por su parte, el concejal de obras y servicios de Rianxo, Constantino Castaño, calificó a Efe el panorama que queda tras el fuego de "desolador" y, aunque reconoció que hubo "momentos de tensión", el incendio no llegó a afectar a ninguna casa del municipio.

También valoró los trabajos de extinción, aunque afirmó que no comprendía cómo el fuego pasó en muy poco tiempo de un lado al otro del monte y aventuró la posibilidad de que hubiese intervenido un incendiario "o que no se cortase por donde se debía de hacer", pero, tras temer que llegase hasta la propia orilla del río, afortunadamente no ocurrió, por lo que, "dentro de lo malo, aún pudo ser peor".

Castaño recordó que hace tiempo trabajó en el monte y ya hace décadas que quedó claro que lo que hay que hacer es limpiar y cuidarlo, con lo que nos ahorraríamos "mucho trabajo y mucho dinero", pero concluyó que "eso es política de otra altura".

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