La brigada de obras del Ayuntamiento de Sarria y los profesores del colegio Frei Luis de Granada finalizaron ayer el traslado de material al instituto Xograr Afonso Gómez para poder comenzar hoy las clases.
Los profesores dieron ayer los últimos detalles con la colocación de los libros y otros materiales utilizados en las clases.
En este centro se ubicarán los estudiantes de primero, segundo y sexto de primaria del Frei Luis, así como los alumnos de educación especial. Los tres primeros cursos se instalarán en siete aulas del instituto, mientras que los niños de necesidades educativas especiales lo harán en los departamentos, al tratarse de un número reducido de alumnos, tres.
En las aulas en las que estudiarán los niños del Frei Luis de Granada lo hacían hasta ahora los estudiantes de cuarto de educación secundaria del instituto. Además, en ellas se encontraban las clases de plástica y de música, así como el laboratorio de idiomas, que pasarán ahora a otras dependencias. Los alumnos del Xograr también cursaban en estas aulas las asignaturas de física, química y biología, que realizarán en el laboratorio.
Los niños del Frei Luis de Granada ocuparán una planta del instituto Xograr, en la que estarán solos. «Colaboramos en todo o que podemos. Colocámolos nunha planta para que estean máis cómodos e haxa menos interferencias co alumnado de secundaria. A xente está moi ilusionada pola chegada dos nenos», señaló el director del instituto sarriano, José Manuel Valcarce López.
Los alumnos del colegio también utilizarán el patio del centro para el recreo, al igual que aquellos que se encuentren distribuidos en el instituto Gregorio Fernández, para permitir que estén todos juntos.
Además, operarios municipales finalizaron ayer la construcción de un nuevo acceso al recinto del Frei Luis de Granada para permitir acceder a los niños al comedor, que continuará en el colegio al no encontrarse en la zona afectada por las grietas.
Los alumnos del Frei Luis comienzan hoy las clases en el Xograr Afonso Gómez, así como en el Gregorio Fernández, el parvulario y el edificio nuevo del propio colegio al no verse afectado por los problemas de grietas.
