El FMI ''urge'' a que la resolución bancaria sea ''predecible, eficaz y coherente''

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, pidió hoy a la Unión Europea (UE) que adopte medidas "fáciles y eficaces" para crear un mecanismo de resolución bancaria europeo que sea "predecible" y genere confianza.

"Urgimos a que las medidas que se adopten sean fáciles, eficaces, y reflejen un sistema predecible, consistente y coherente", dijo Lagarde en referencia al mecanismo único de resolución para bancos en problemas que el Ecofin (los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro) ultima hoy en Bruselas. "El mecanismo supervisor europeo tiene que estar equipado con una fuente de información fácil y comprensible, porque necesitamos confianza", añadió la directora del FMI, organización que ha actuado de prestamista y supervisora en los rescates financieros a varios estados europeos.

La creación de un mecanismo y fondo únicos de resolución bancaria para la UE es una de las medidas que el Fondo viene defendiendo como prioritaria para la recuperación económica de la zona del euro, recordó Lagarde durante el pleno del Comité Económico y Social Europeo (CESE), en el que participó como invitada.

La receta del FMI para recuperar el crecimiento y el empleo en Europa pasa por cuatro puntos clave: reavivar el crédito, impulsar la demanda interna, reducir la deuda pública y privada y hacer reformas para eliminar las barreras a la inversión en el mercado europeo de productos y servicios.

Preguntada por miembros del CESE acerca de las consecuencias que las políticas de austeridad recomendadas por el Fondo han tenido sobre la situación económica y social de la población de los países en mayores dificultades, Lagarde defendió la actuación del FMI. "Cuando llegamos la situación es ya muy dolorosa (...), se han tomado decisiones equivocadas y (el país en cuestión) no está en situación de resolverlo por sí mismo. Por eso se asocia -al FMI- con el papel de malo", señaló.

Lagarde reconoció que el FMI erró a la hora de calcular los efectos de las medidas de austeridad en el desempleo y el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) - lo que se conoce como efecto multiplicador- pero afirmó que, aún con los cálculos corregidos, sus recomendaciones no hubiesen cambiado "radicalmente". "Como resultado nos dimos cuenta de que era necesario más tiempo para la aplicación de los programas (de rescate a Grecia y otros países)", aseveró.

De cara al futuro, insistió en la necesidad de sanear el sector financiero, incluyendo el establecimiento de una regulación "sencilla" y con capacidad sancionadora. En este sentido, dijo que la UE va "en la dirección correcta" y se congratuló por la multa impuesta a las entidades implicadas en la manipulación del Euribor y otros índices.

La directora gerente del FMI abogó por que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga su política de bajos tipos de interés para impulsar la demanda y reiteró la importancia de controlar la deuda pública y privada.

Por último, pidió reformas en toda Europa para flexibilizar el mercado de productos y servicios, entre las que destacó una mejora en los acuerdos de fijación de salarios, menor imposición a la contratación, mayor movilidad laboral y una reducción de la burocracia. "Por ejemplo, en los países con grandes superávit externos, las reformas deberían dirigirse a aumentar la inversión para asegurar que los recursos se invierten allí donde se maximizarán sus beneficios", señaló Lagarde en una velada referencia a Alemania.

Por su parte, el presidente del CESE, Heri Malosse, dijo a Efe que considera "que el FMI ha adaptado su discurso y que a veces la Comisión Europea (...) está en una línea mucho más liberal (...) no muy dinámica ni progresista".

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