El FMI considera que los países deben de tomar medidas ''coherentes y creíbles'' ante la crisis

El Fondo Monetario Internacional (FMI) reprochó este martes a las autoridades de los países avanzados que les falte voluntad y apoyo políticos para tomar las medidas que la crisis financiera necesita.

En su informe sobre la Estabilidad Financiera Global, el FMI advierte de que la crisis financiera ha entrado en una nueva fase "política" que exige esfuerzos "coherentes y creíbles" por parte de las economías avanzadas para aplacar los temores de los mercados.

"Una serie de choques ha sacudido recientemente al sistema: nuevas turbulencias en los mercados provenientes de la periferia de la zona del euro, la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos y señales de una desaceleración económica", señala.

A este respecto, critica que "las autoridades políticas en estas economías avanzadas aún no han logrado un respaldo político amplio para afianzar lo suficiente la estabilidad macrofinanciera" y, por ello, "los mercados han empezado a cuestionar la capacidad de dichas autoridades para tomar las medidas necesarias".

El Fondo valora los acuerdos de la cumbre de la Eurozona de julio pasado y los anuncios del Banco Central Europeo como pasos hacia "el fortalecimiento" de la gestión ante la crisis de la deuda.

Sin embargo, subraya que es "de vital importancia garantizar que estas medidas se pongan en práctica sin demora" y "considerar medidas adicionales".

Asimismo, precisa que es posible que "algunos bancos necesiten más capital" y que "los más débiles tengan que ser reestructurados o sometidos a un proceso de liquidación".

El FMI estima que las tensiones en torno al crédito soberano de los países de la periferia del euro han tenido un impacto directo de aproximadamente 200.000 millones de euros (274.000 millones de dólares) en los bancos de la Unión Europea desde el estallido de la crisis de la deuda en 2010.

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