El éxtasis

'Muller en éxtase', del Museo de Lugo, realizado por un autor anónimo
photo_camera 'Muller en éxtase', del Museo de Lugo, realizado por un autor anónimo

Lucila YáñezNOTICIAS RECIENTES nos informaban de la aparición del cuadro ‘La Magdalena en éxtasis’ que podría ser el original pintado por Caravaggio en 1606 y que permanecía en paradero desconocido desde finales del siglo XVII. Al menos así lo asegura la profesora italiana Mina Gregori, autora de numerosos estudios sobre la obra de Caravaggio y presidenta de la fundación de Estudio de Historia del Arte Roberto Longhi de Florencia, creada a partir del legado de este importante historiador del arte del siglo XX del que fue alumna. Gregori, a sus 90 años, está considerada actualmente como la principal especialista del mundo en la obra del pintor. Ella misma asegura reconocer un Caravaggio en cuanto lo ve.

Si efectivamente la ‘Magdalena’ está pintada por Michelangelo Merisi, Caravaggio (Milán, 1571-Porto Ercole, 1610), quizás se pueda llegar a resolver el misterio en torno al cuadro y tal vez conocer más acerca de los últimos días de la vida del pintor.

Sabemos que la historia se remonta a julio de 1610 cuando el pintor embarca en Nápoles para ir a Porto Ercole, navegando la costa este italiana. En el viaje Caravaggio lleva consigo tres pinturas, dos sobre san Juan y una Magdalena en éxtasis. Desde Porto Ercole es probable que Caravaggio hubiera pensado trasladarse a Ladispoli, población próxima a Roma donde residía la familia Orsini, que podría darle protección mientras esperaba que fuese revocada su sentencia de muerte, a la que había sido condenado por matar a un hombre durante una pelea en 1606.

Pero Caravaggio, enfermo y proscrito, muere en Puerto Ercole en 1610. De las circunstancias de su muerte hay varias versiones. Las más recientes investigaciones indican que padecía plumbosis, la llamada enfermedad de los pintores, causada por el contenido de plomo de algunos pigmentos que utilizaban en la época y la falta de higiene. También señalan que, ya debilitado, pudo morir por insolación y que fue enterrado por tropas españolas que se encontraban en la zona.

Hace unos 20 años se encontró en el Archivo Secreto Vaticano un documento escrito el 29 de julio de 1610 por Diodato Gentile, obispo de Caserta y Nuncio en el Reino de Nápoles, en el que comunica al cardenal Borghese la muerte de Caravaggio e informa respecto a la barca que contenía los tres cuadros.

Las pinturas, parece que regresaron a Nápoles donde se haría cargo de ellas la marquesa Costanza Colonna, amiga de Caravaggio que residía en el barrio de Chiaia de Nápoles. Ella tendría la misión de entregárselas al cardenal Borghese. En la actualidad, uno de los san Juanes se conserva en la Galleria Borghese, en Roma, el otro y la Magdalena se dieron por desaparecidos.

Del cuadro de la ‘Magdalena en éxtasis’ recién encontrado, de momento han trascendido pocos datos. Se sabe que la pintura pertenece a una familia europea que desea permanecer en el anonimato y que en principio no venderá la obra.

¿Será realmente la verdadera Magdalena de Caravaggio? Después de observar y valorar la técnica de la obra, Mina Gregori está convencida de que fue pintada por Caravaggio. Ella conoce bien las particularidades técnicas y estilísticas del pintor, su uso del color, la utilización del claroscuro, la rotundidad de sus formas. Además no es la primera Magdalena atribuida a Caravaggio que cae en sus manos para su estudio. De hecho, existen varias versiones o copias de este cuadro repartidas por todo el mundo. Se habla de al menos 8 copias dispersas en museos y colecciones. La más conocida de ellas es la atribuida a Louis Finson (Brujas, Bélgica, 1580 -Amsterdam, 1617) que se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Marsella.

Una pieza clave para la experta ha sido la información hallada en la parte posterior del cuadro que, por lo que sabemos, se trata de una inscripción o nota en un pequeño papel que haría referencia al envío del lienzo a Chiaia y al cardenal Borghese, protector del artista y sobrino del entonces papa Pablo V, datos todos ellos que forman parte de las referencias documentales que existían sobre la obra.

ESCÉPTICOS. No obstante, algunos otros estudiosos de la obra de Caravaggio, como John Gash de la Universidad de Aberdeen, se han manifestado escépticos por el momento respecto a la autoría del cuadro. No olvidemos que no hace mucho, en el 2012, conocimos la polémica aparición de 100 dibujos de Caravaggio encontrados en Milán, en el taller del pintor manierista Simone Peterzano del que había sido discípulo.

La circunstancia singular relacionada con el hallazgo de esta Magdalena es que el Museo Provincial de Lugo conserva, desde hace algo más de 50 años, un cuadro anónimo titulado ‘Muller en éxtase’ que reproduce una imagen similar a la Magdalena representada por Caravaggio, aunque incompleta, pues ni aparece la calavera del ángulo inferior derecho sobre la que se apoya la mujer, ni la cruz y los rayos luminosos del cuadrante superior izquierdo.

‘Muller en éxtase’ se expone en la planta baja del museo, en una de las salas dedicadas al arte de temática religiosa. El cuadro fue adquirido en abril de 1963, según consta en el libro de registro. Es una pintura al óleo sobre lienzo que mide 88’2 x 76 centímetros. En el catálogo de pintura realizado en 1969 por doña María Victoria Carballo Calero Ramos aparece atribuido a la Escuela Española del siglo XVII, y de esta manera está inventariado en el museo desde su ingreso en el mismo.

¿Podríamos encontrarnos ante una copia más de la obra original de Caravaggio? ¿Será ,quizás, una copia de una copia?

En febrero de 1985 se realizó una intervención de desinsectación y sellado del bastidor y limpieza del marco, para lo cual se desmontó el lienzo. En ese proceso se comprobaría que el cuadro presentaba un antiguo reentelado.

En el 2012 formó parte del proyecto expositivo ‘Arte para gozar. Sensualidade e erotismo nos museos da Rede Museística da Deputación de Lugo’. En esta muestra sirvió de ejemplo para demostrar las diversas lecturas que puede tener una obra de arte dependiendo no solo de la intención del artista sino también, y sobre todo, de las sensibilidades y culturas de quien la contempla. En este caso, cómo una imagen religiosa puede ser interpretada como imagen sensual o erótica y más aún si no figuran en la composición los atributos propios de la santa.

Desde el pasado año los departamentos de Bellas Artes y Restauración del museo llevan a cabo el estudio integral del cuadro ‘Muller en éxtase’, para despejar dudas respecto a la escuela en la que se inscribe la obra, documentarla mejor y valorar un significativo error de dibujo existente en la imagen representada. La obra ha sido sometida a observación minuciosa, tanto el anverso como el reverso, estudio técnico y valoración de los elementos que la integran (soporte, bastidor, preparación, capa pictórica, barniz y marco).

En un principio nos llama la atención la particularidad de que las manos de la mujer representada muestren nueve dedos. Es decir, si a los dedos que se ven les sumamos los dos pulgares, que no se ven, estamos ante un total de once. Este error de dibujo sería difícil que ocurriese si el pintor hubiera utilizado un modelo del natural, lo cual nos hace pensar que quien pintó un dedo de más lo hizo seguramente por copiar de alguna imagen, pintura o reproducción en la que no se apreciase con claridad el dibujo de los dedos.

A la vista de la obra que acaba de aparecer e incluso la copia realizada por Finson del Museo de Bellas Artes de Marsella, pensamos que efectivamente puede tratarse de una mala interpretación de las luces y las sombras.

El tema de María Magdalena ha sido tratado ampliamente en la pintura. Tenemos ejemplos en la obra de muchos pintores: Tiziano, Artemisia Gentileschi, Guido Reni, Ribera, El Greco, Murillo… Entre las diferentes representaciones de la santa, la Magdalena en éxtasis será una de las preferidas por los pintores de los siglos XVII y XVIII. El éxtasis, como las visiones y los milagros de los santos, sirve para dar lectura a la aproximación a Dios a través del contacto místico y transmitir nuevas iconografías que se establecen en el Concilio de Trento.

Que Caravaggio pintase una Magdalena en éxtasis encaja en una de las tesis fundamentales defendidas por Mina Gregori, la interpretación de lo sacro como uno de los aspectos más interesantes de la obra del pintor.

Si finalmente se confirma que la obra encontrada es original de Caravaggio, estupendo. Pero si no lo es, también. Porque, en todo caso, dará la oportunidad de actualizar información, revisar datos y contrastar imágenes. Y quienes trabajamos con fondos artísticos sabemos que eso siempre viene bien.

(Artículo publicado en la versión impresa de El Progreso el lunes 3 de noviembre de 2014. LUCILA YÁÑEZ es jefa del departamento de Bellas Artes del Museo Provincial de Lugo)

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