El ejemplo de Túnez tumba a un ministro, moviliza al rey de Jordania y pone en cuestión al presidente de Yemen

El ministro de Exteriores tunecino, Kamel Morjani, procedente del anterior régimen, presentó este jueves su dimisión "por el interés de Túnez" y para apoyar la acción del Gobierno a fin de que la "revolución" del país pueda "colmar sus aspiraciones", informó la agencia oficial TAP.

"Considerando el interés de Túnez y en apoyo a la acción del Gobierno de unidad nacional para conducir el país a un futuro estable, he decidido renunciar a mis funciones", afirmó Morjani a la agencia oficial.

Miles de manifestantes exigieron este jueves de nuevo en la capital y en otras regiones del país la salida del Gabinete de todos los ministros de Ben Alí.

Sin embargo, el sindicato Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), que desempeñó un papel clave en la organización de la revuelta social en el país, aceptó por la tarde la permanencia del primer ministro, Mohamed Ghanuchi, al frente del Ejecutivo de transición.

Posteriormente, el propio Ghanuchi, se comprometió a llevar al país magrebí hacia unas elecciones libres y supervisadas por observadores internacionales.

Tras varios días de negociaciones e incertidumbre, Ghanuchi anunció en la televisión estatal un nuevo Ejecutivo sin la presencia de los más detestados ministros de Ben Alí e integrado esencialmente por gestores desvinculados del antiguo régimen.

Salen del Gobierno los principales ministros, como el de Interior, Ahmed Fría, el de Exteriores, Kamel Morjani, el de Defensa, Rida Grira o el de Finanzas, Rida Chalgum. Sin embargo, se mantienen Ghanuchi y dos ministros de menor peso que pertenecían al partido del poder del antiguo régimen, la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), el de Industria, Hafif Chalbi y el de Planificación y Cooperación Internacional, Nuri Yuini.   

El rey jordano insta a acelerar las reformas políticas
La onda expansiva de la revuelta de Túnez, que terminó con el gobierno autocrático de Ben Alí, ha llegado a otros países árabes.

Así, en Jordania, el rey, Abdalá II, instó al Gobierno y al Parlamento a acelerar las reformas políticas, económicas y sociales, tras el anuncio de que este viernes se celebrarán nuevas manifestaciones en el país.

"Todos los funcionarios en cuestión deben asumir sus responsabilidades y tomar sus decisiones de una manera audaz, clara y transparente", dijo el rey de los principales legisladores de la cámara baja del Parlamento, a quienes convocó para discutir la última ola de protestas en el país.

Una coalición de partidos opositores, sindicatos y activistas han planeado realizar manifestaciones este viernes tras las oraciones del mediodía para presionar en su demanda de reformas, una convocatoria que también ha sido realizada en Egipto.

Abdalá II solicitó la modificación de la ley electoral, que fue citada por la oposición islámica como motivo para boicotear las elecciones del pasado 9 de noviembre.

Además, el monarca advirtió en contra de que los políticos encubran sus faltas bajo su figura, en referencia a las quejas contra algunos ministros que supuestamente recurrieron a la protección del rey para justificar su mal desempeño.

Manifestaciones en Yemen

Y en Yemen, decenas de miles de personas convocadas por los principales partidos de la oposición yemení exigieron este jueves al presidente del país, Ali Abdalá Saleh, que no reforme la Constitución para presentarse a una nueva reelección.

Los manifestantes, que se concentraron de manera pacífica en cuatro puntos distintos de la capital, gritaron eslóganes como "No a la reelección, no a la sucesión" o "No a la corrupción ni a la política del empobrecimiento", como pudo constatar Efe.

El diputado Abdel Malek al Qasus, miembro del Partido de la Reforma Islámica, principal agrupación de la oposición, aseguró que estas protestas son un mensaje para el Gobierno de que "todavía hay una oportunidad abierta para arreglar la situación".

"Hemos salido para decirles que todavía hay una oportunidad para solucionar la situación, pero tememos que se llegue a un punto de no retorno en el que la gente ya no escuche al gobernante decir: Os he entendido", dijo a Efe Al Qasus.

Con esa declaración, el legislador aludía al discurso que ofreció el entonces presidente tunecino, Ben Ali, al comprometerse a aplicar reformas democráticas para acallar las protestas políticas que habían estallado, algo que no logró ya que al día siguiente huyó de Túnez.

La caída del gobierno de Ben Ali desató tensiones políticas en otros países de la región, como en Egipto, la nación árabe más poblada, y hoy Yemen, una de las naciones que más riesgos corre de que haya una grave desestabilización política.

Yemen es el país más pobre del mundo árabe.

Comentarios