El Ejecutivo italiano sale indemne de la cuestión de confianza

El Gobierno de coalición del primer ministro italiano, Enrico Letta, obtuvo hoy la confianza del Senado con el apoyo del líder conservador Silvio Berlusconi, quien tras haber anunciado la ruptura en varias ocasiones, finalmente dio marcha atrás y le respaldó.

El Ejecutivo superó la moción de confianza en la Cámara Alta con 235 votos a favor y 70 en contra, después de que Letta en su comparecencia ante el hemiciclo advirtiera de que una caída del Gobierno ahora podía ser "fatal e irremediable" para Italia.

Asimismo, Letta advirtió de que el país se encuentra "extenuado por los conflictos de una política reducida a continuos cañoneos pero inmóvil y cerrada en sí misma", al tiempo que defendió la acción en estos cinco meses de su Gobierno, que ha trabajado "sólo por el interés de los italianos".

"Los italianos nos gritan que no pueden más de las escenas de sangre y arena", agregó durante su intervención, en la que fue aplaudido en varias ocasiones en una sesión en la que se vivieron varias interrupciones, como la que protagonizó uno de los senadores del partido de Berlusconi, Domenico Scilipoti, que le valió la reprimenda del presidente del hemiciclo, el exmagistrado Piero Grasso.

Tras superar este primer test en el Senado, Letta acudirá esta misma tarde a la Cámara de los Diputados para verificar el apoyo con el que cuenta en este hemiciclo, aunque en este caso el examen parece un mero trámite puesto que no se teme que le falten votos.

La atención de esta jornada se centraba en el Senado, ya que era aquí donde Letta contaba con un margen ajustado y para salir adelante necesitaba el apoyo de la formación de Il Cavaliere, el Pueblo de la Libertad (PDL), que tras una mañana marcada por las tensiones y por los continuos vaivenes de Berlusconi finalmente le ha respaldado.

El cambio de marcha de Berlusconi llegó tras fuertes tensiones en el seno de su partido, encaminado hacia la ruptura interna después de que una veintena de sus parlamentarios se desmarcaran de línea marcada y anunciaran su intención de apoyar a Letta de todos modos.

Una toma de posiciones con la que parecía, además, sellarse la ruptura del PDL tras varios días de incertidumbre después de la dimisión presentada por los cinco ministros con que contaba en el Gobierno, siguiendo las indicaciones de Berlusconi.

Una decisión que éstos acataron pero con la que mostraron su desacuerdo.

Entre ellos, uno de los más críticos fue el secretario del PDL, Angelino Alfano, considerado hasta ahora delfín político de Berlusconi y que en el gabinete de Letta ocupaba los cargos de viceprimer ministro y titular de Interior.

Durante la mañana fueron varias las declaraciones oficiales y oficiosas que corrieron y que apuntaban a la negativa de Berlusconi, tras una reunión con sus parlamentarios fieles, que habían decidido seguirle hasta la ruptura final.

Sin embargo, en los turnos de los partidos para expresar su intención de voto, Berlusconi tomó la palabra de forma inesperada y anunció su apoyo de forma sorpresiva, justificando su decisión por el compromiso exhibido por Letta durante su discurso con medidas destinadas a la contención fiscal y la reducción de los impuestos sobre el trabajo, entre otras.

Il Cavaliere
, que reconoció que la totalidad de su formación llegó a esta decisión tras varios desencuentros y teniendo que superar diferentes dificultades, destacó que Italia "necesita un Gobierno que produzca reformas".

Letta reaccionó al anuncio con una sonrisa, entre la incredulidad y la satisfacción, mientras que a su lado, Alfano mantuvo un semblante serio.

Desde el Partido Demócrata (PD) de Letta se atribuye la rectificación de Berlusconi a su deseo de esconder "una derrota política", mientras que el ministro para las Relaciones con el Parlamento, Dario Franceschini, miembro de la formación, ya se ha atrevido a hablar del nacimiento de una nueva mayoría de apoyo al Ejecutivo.

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