El dueño de O Garañón devolvió medio millón a los compradores

Alguno de ellos había pagado ya más de 100.000 euros por su piso en construcción antes de que se paralizasen las obras

Ricardo Iglesias, el promotor de la urbanización de O Garañón, ha presentado ante el juzgado que instruye el caso documentación que certifica que tuvo que devolver más de medio millón de euros a trece compradores que habían adelantado ese dinero como señal para comprar pisos en los edificios que se estaban levantando.

Esos documentos, reclamados por la jueza Pilar de Lara, incluyen los certificados bancarios por los que se ejecutaron los avales firmados en el momento de apalabrar los inmuebles. Se trata de 13 pisos, la gran parte de ellos acompañados por garajes, trasteros e incluso bodegas, por los que promotor había cobrado en efectivo un total de 579.631 euros.

A algunos de esos compradores solo les había dado tiempo a abonar pequeñas cantidades, como 5.000 euros, pero otros habían desembolsado ya más de 100.000. Todos ellos, no obstante, recuperaron lo invertido al ejecutar las avales bancarios cuando se paralizaron las obras por orden judicial.

Por otro lado, los abogados de José Ramón Gómez Besteiro hicieron llegar recientemente otro escrito a la magistrada que instruye el caso en el que insisten en uno de los argumentos que ya habían esgrimido con anterioridad: el carácter, a su juicio, prospectivo, y por tanto ilegal, de varias de las pruebas encargadas por Pilar de Lara.

En este caso, las quejas se centran específicamente en el auto en el que ordena nuevas investigaciones sobre las cuentas de Besteiro y de su esposa porque a la jueza no le parece "demasiado lógico" que el ambos pagaran en cinco años el crédito hipotecario de 90.000 euros que habían sacado por un periodo de 25 años. Mientras que la jueza entiende que lo lógico sería que no amortizaran tan rápido para obtener beneficios fiscales, los letrados de Besteiro le indican que, muy al contrario, cualquier experto recomienda hacerlo cuanto antes porque se ahorra mucho más al evitar los intereses bancarios.

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