El diseño de las alfombras de Corpus será obra este año de dos sarrianos

Catherine López se incorpora en esta edición al proyecto que dirige desde hace un lustro Hernando Caldeiro
Varios vecinos cortan mirto y tuya en los bajos de la iglesia del Rosario para preparar las alfombras
photo_camera Varios vecinos cortan mirto y tuya en los bajos de la iglesia del Rosario para preparar las alfombras

Las alfombras florales que lucirán en Sarria el día 7 de junio con motivo de la celebración del Corpus Christi son diseñadas en esta edición por dos vecinos: el consultor medioambiental Hernando Caldeiro, quien se encarga de estas elaboraciones desde hace cinco años, y la arquitecta Catherine López, que se incorpora por vez primera a este proyecto.

Ambos trabajan desde hace semanas en los diseños, que se verán plasmados en la Rúa Maior en la madrugada del día 7 para ser disfrutados a la mañana siguiente en los oficios de Corpus, que este año sufrirán algunos cambios con motivo de las obras de rehabilitación en la iglesia de San Salvador.

Ante la imposibilidad de utilizar este templo, la misa se oficiará en Santa Mariña, desde donde partirá la procesión hasta San Salvador. El atrio de esta iglesia tampoco podrá ser usado debido a las obras, de modo que se harán dos alfombras en lugar de tres.

Hernando Caldeiro se encarga de la alfombra que lucirá delante de Santa Mariña, donde se podrá ver «una representación del Sagrado Corazón que recuerda un poco el estilo de los tatuajes». Además, ha diseñado todo el pasillo floral que cubrirá la Rúa Maior.

Por su parte, Catherine López se estrena en este cometido con el diseño de la alfombra que se podrá ver junto a San Salvador, para la cual se inspiró, según señala, en las iglesias románicas.

A la hora de pensar su obra, la autora supo aprovechar aspectos como la pendiente de la Rúa Maior y apostó por introducir en el propio diseño un espacio para colocar el altar en el cual se hará la consagración, lo que permitirá transmitir al espectador la sensación de encontrarse dentro de una iglesia al pie del Camino. «Es algo completamente diferente a todo lo anterior», apunta la arquitecta, quien se muestra «contenta» con el resultado y avanza que también habrá «un tipo de flor distinta».

Además de los diseñadores, resulta fundamental el trabajo de los vecinos que, desde hace ya un mes, cortan mirto y tuya en los bajos de la iglesia del Rosario. La actividad está abierta a todos los que deseen colaborar, todas las tardes de lunes a viernes. Comenzaron también a teñir serrín para lograr colores que no se consiguen con las flores, una tarea que cada año resulta más complicada por la dificultad para conseguir tintes.

Caldeiro destacó la importancia de «involucrar cada vez a más gente» para que perviva la tradición de las alfombras, iniciada hace casi 20 años por la Cofradía del Santo Entierro y la Soledad.

Un grupo de vecinos trabaja desde hace ya un mes en el bajo de la iglesia del Rosario cortando mirto y tuya para los mantos

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