El día más triste del Foz

Los jugadores del Foz se quedaron desolados tras la derrota. antonio lópez
photo_camera Los jugadores del Foz se quedaron desolados tras la derrota. antonio lópez

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Foz

 

3

val do ulla

 

Foz: Xosé, Insua, Anxo, Antón, Rafa, Abel, Dani, Aitor, Asier, Abel, Germán..

Val do Ulla : Jorge, Samuel, Mario, Adrián, Alberto, Xaco, Miguel, Juan, Javier, José, Alejandro.

Goles :Alejandro marcó los tres goles.

Incidencias: Buena entrada en el Martínez Otero.

El Foz infantil tendrá que esperar para jugar la Liga gallega. El conjunto rojiblanco hizo su peor partido de la fase de ascenso en el peor momento, cayendo por 0-3 ante un Val do Ulla letal a la contra, que supo aprovechar las facilidades defensivas del cuadro de Burunda. La derrota no empaña la extraordinaria temporada de los focenses, que ganaron la Liga y superaron la primera ronda de la fase de ascenso.

El choque comenzó con respeto por parte de ambos equipos, aunque pronto llegó un jarro de agua fría para los focenses, que encajaron el 0-1 en los primeros minutos, tras un error defensivo.

Con la eliminatoria empatada, el Foz trató de hacerse con el mando del partido, pero su juego estuvo más espeso de lo habitual, sin generar excesivo peligro sobre la meta visitante. La gran oportunidad del equipo de Burunda llegó a falta de pocos instantes para la finalización del primer tiempo, con un penalti a favor. Antón lanzó buscando el poste, pero el balón se marchó fuera por poco, quebrando muchas esperanzas rojiblancas.

La segunda mitad mantuvo los parámetros de la primera. El Val do Ulla se defendía con orden ante un Foz ejemplar en actitud, pero sin brillantez en el juego, y aprovechaba cualquier contra para generar peligro. Un despiste de los mariñanos provocó la jugada desgraciada del segundo gol, culminado con una gran vaselina de Alejandro, la gran pesadilla visitante, que marcó los tres goles.

Los de Burunda subieron las líneas para buscar pronto un gol que les metiera en el partido, pero el enésimo regalo atrás propició el tercer tanto visitante, que ya cerró el partido. La desolación se apoderó de los jugadores y el público local tras el pitido arbitral.

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