El Dépor celebra su ascenso con un gran baño de masas

Los jugadores deportivistas, a su llegada a María Pita. (EFE/Cabalar)
photo_camera Los jugadores deportivistas, a su llegada a María Pita. (EFE/Cabalar)

El Deportivo se ha dado otro baño de masas el día después del ascenso, en el que, sin Andrés Guardado, ha continuado los festejos con la visita a las instalaciones de su patrocinador, la ofrenda a la patrona de la ciudad gallega y la recepción en el Ayuntamiento.

Después de una mañana de descanso para reponer fuerzas, los jugadores volvieron al estadio de Riazor para subirse al autobús descapotado que ya habían utilizado tras el partido con el Huesca, y reanudar, pasadas las 18:00 horas, la celebración por las calles de la ciudad.

Faltaba el mexicano Guardado, que tenía permiso del cuerpo técnico del Deportivo el día que el Valencia anunció de forma oficial su fichaje por cuatro temporadas.

Para el resto, la primera parada en el camino fueron las instalaciones de la fábrica de cerveza Estrella Galicia, patrocinador del club, donde visitaron la sala de calderas, a una temperatura de unos 40 grados, bebieron y firmaron autógrafos.

Allí, el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, tuvo palabras de agradecimiento a la plantilla, "que se dio cuenta del esfuerzo que había que realizar y se ha realizado", a la afición y a su patrocinador, que, como el club coruñés, nació en 1906.

"No debe ser casualidad. Las dos empresas juntas son un cóctel explosivo, algo muy fuerte, un sentimiento de Primera", apuntó el dirigente.

De la fábrica de la empresa cervecera, el campeón de Segunda División partió a las 19:45 horas hacia su siguiente destino, la Iglesia de Santo Domingo, en la ciudad vieja de A Coruña, a la que no accedió el franco-tunecino Lassad Nouioui por motivos religiosos.

Dentro de la iglesia, Lendoiro; el técnico, José Luis Oltra, y el capitán, Manuel Pablo García, depositaron a los pies de la patrona de la ciudad, la virgen del Rosario, un centro de flores con lazos blancos y azules, los colores del equipo.

El presidente ofreció el ascenso a la patrona: "Aquí, a ti acudimos como tantas veces, tenemos sentimiento de Primera (...) Pido que mantengas encendido ese sentimiento que supone tropezar y levantarse. Sabíamos que después del Calvario llegaría el día de Gloria".

Pasadas las 21:00 horas, la plantilla abandonó el recinto de culto, volvió a subirse al autobús y se dirigió a la plaza de María Pita, a donde llegó diez minutos después para acudir a la recepción en el Ayuntamiento.

Allí tuvo el Deportivo el gran baño de masas de la jornada, con una plaza abarrotada de gente, a la que hicieron esperar mientras les recibía la corporación municipal, con el alcalde, Carlos Negreira, a la cabeza.

"Daros las gracias porque esta ciudad es más feliz, sonríe mejor. Tenemos un equipo de Primera y una ciudad de primera. Nos sacamos el disgusto del año pasado", les dijo el regidor.

A las 21:40 horas, los deportivistas salieron al balcón del Ayuntamiento y desde allí, el alcalde, que recibió algunos silbidos, el presidente, el técnico, el capitán y una docena de jugadores animaron a la afición con breves discursos y los cánticos que escuchan en Riazor en todos los partidos.

"Disfrutemos el momento, porque como este hay pocos en la vida", dijo Lendoiro antes de cumplir el deseo de los seguidores blanquiazules, que le pidieron que botase.

En varios momentos, al argentino Diego Colotto, sus compañeros y la afición le pidieron que continuara en el equipo, con el que acaba contrato en junio.

En plena celebración, con alguna que otra bengala en la plaza, se sumó a la fiesta la plantilla del Liceo de hockey sobre patines, que este domingo se proclamó campeón de Europa y llegó con el trofeo al balcón del Ayuntamiento.

Pasadas las 22.00 horas, el Deportivo dio por terminada la fiesta en María Pita, pero la celebración continuó para los jugadores con una cena privada en céntrico restaurante coruñés.

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