El decreto del carbón enciende la alarma de los vecinos de As Pontes ante un futuro incierto

La central térmica de Endesa afronta los momentos más difíciles de su larga historia en As Pontes. A la caída de la demanda energética y el auge de las energías renovables, que redujeron su producción al 43% este año, se suma uno de los mayores temores, la posible entrada en vigor del decreto del carbón, una normativa promovida por el Gobierno central que prima el consumo de mineral estatal frente al foráneo y que podría situar a la térmica pontesa a la cola del mercado energético, lo que significaría prácticamente el parón total de la central, la que fue el gran motor económico de As Pontes, hasta 2014.

El decreto del carbón, frenado por la Audiencia Nacional y el Tribunal de Luxemburgo y a la espera de respuestas, llegó a la localidad haciendo poco ruido y, entre la pasividad de muchos y la confianza de otros, la mayoría se mantuvieron a la expectativa. Sin embargo, el tiempo, el conocimiento real de las consecuencias directas para As Pontes de la nueva normativa y la falta de información por parte del Gobierno fueron acrecentando el miedo entre los vecinos, que decidieron movilizarse para asegurar cientos de empleos: Endesa genera actualmente 305 empleos directos, una media de 350 en las subcontratas, 130 en el transporte y muchos más indirectos.

Concentraciones, en As Pontes y fuera de As Pontes, ‘camiños mouros’, caravanas de camiones, encierros en el consistorio de la localidad, apagones simbólicos... Las movilizaciones se sucedieron en los últimos meses, más multitudinarias cada vez, con vecinos más conscientes pero también más desencantados, en un largo camino de subidas y bajadas, de buenas y malas noticias.

Un vistazo atrás

El Gobierno estatal aprobó el decreto del carbón en febrero, que para entrar en vigor debería ser ratificado por la Comisión Europea, pero Bruselas decide en julio retrasar la decisión a septiembre, lo que algunos ven como una «duda» que podría frenar la normativa. No sucede así y el día 29 de ese mes la Comisión Europea da el visto bueno definitivo a la normativa, con lo que saltan las alarmas en As Pontes y de las palabras, poco a poco, comienza a pasarse a la acción.

Hasta la fecha, la CIG convocara una concentración a finales de julio en A Coruña y, junto al BNG y la USTG, con los que forma la Plataforma en contra do Decreto do Carbón -a la que con el tiempo se fueron sumando asociaciones y concellos-, organizó con los transportistas una caravana de camiones de As Pontes a Ferrol.

Tras la decisión europea, los transportistas reinician las protestas y, apoyados por el gobierno pontés, el 4 de octubre comienzan un encierro en el consistorio, que todavía mantienen hoy. Durante los primeros días, los políticos muestran su apoyo a diario, a través de visitas y mensajes, que se van reduciendo con el tiempo. También comienzan las intenciones de recurrir el decreto y los recursos: CIG, empresas eléctricas (Endesa, Gas Natural e Iberdrola), Xunta, concellos afectados...

Y en octubre la gente sale a la calle. Empiezan las concentraciones. El jueves 7 en la Praza do Carme convocada por el gobierno local, el viernes 8 en la Praza Roxa de la mano de la Plataforma y el sábado 9 los camioneros exigen soluciones a Pepe Blanco en la apertura de dos tramos de la A-8.

La semana siguiente arranca el ‘camiño mouro’ a pie de As Pontes a A Coruña, donde el sábado 16 se realiza una concentración conjunta frente a la Delegación del Gobierno. La marcha contra el decreto se retoma el siguiente jueves, esta vez con destino a Madrid y en camión o autobús, y el viernes 22 más de 600 personas se concentran frente al Ministerio de Industria. Mientras, los vecinos de As Pontes siguen las protestas desde la Praza do Carme y los sindicalistas de la CIG Alberte Amado y Fernando Branco inician una huelga de hambre, a la que ponen fin cuando Industria acepta reunirse con ellos. En Ferrol, el domingo 24 de octubre la plataforma organiza otra concentración.

De Madrid llega una luz, se creará una comisión de seguimiento para estudiar las consecuencias del decreto, pero el respiro real llega pocos días después cuando se hace público que las medidas cautelares presentadas por las eléctricas contra el decreto han surtido efecto tanto en la Audiencia Nacional como en el Tribunal de Luxemburgo, que bloquearon temporalmente la aplicación de la norma, una paralización que no despeja dudas ni resuelve la situación, pero crea esperanzas.

El viernes 12 de noviembre los transportistas y varios concellos convocan un apagón y en As Pontes se repite una concentración en la Praza do Carme. Además el siguiente viernes una quincena de concellos cerraron sus puertas en señal de protesta y el 27 las movilizaciones llegaron a Santiago, con 120 camiones y autobuses.

Ahora, ante un futuro incierto, sin muchas más respuestas que al principio y tras largos meses de esperas, la incertidumbre es la misma, en un momento difícil en el que los camioneros, el sector más afectado, suma ya varios meses sin trabajo por la caída de la producción y ante el temor de que el decreto amplíe esta situación durante años. Las respuestas, a la espera de las decisiones judiciales, pueden tardar varios meses.

Votaciones

El BNG propuso modificar el decreto en dos ocasiones. El 14 de marzo en el Congreso de los Diputados fue rechazado con 18 votos en contra de los socialistas y 17 abstenciones del PP y el 2 de este mes en la comisión de Industria del Senado la reforma obtuvo 22 votos en contra, el total de los senadores de PP y PSOE.