La llegada de inmigrantes a la comarca mariñana trajo consigo la aparición de otras religiones a parte de la católica. Desde los musulmanes, fieles creyentes de Alá, hasta los evangelistas pasando por los anglicanos. Además, hay quien es agnóstico.
EL CRISOL de nacionalidades que pinta el cuadro mariñano tiene su continuidad en las religiones. El fenómeno de la inmigración, arraigado en la zona desde hace años, trajo consigo un cosmopolitismo de fe desconocido hasta entonces, donde el catolicismo formaba parte del ADN de los mariñanos. Hoy en día conviven los católicos, mayoría, con musulmanes, evangelistas, testigos de Jehová, agnósticos o anglicanos. Personas que afrontan su vida con una perspectiva diferente, adquirida desde sus respectivas culturas.
Cada credo muestra sus credenciales ante sus fieles. Es denominador común en todas las religiones, sin hablar la católica, un seguimiento intensivo de los mensajes que transmite la biblia, el corán o los textos por donde se guían. Cada creencia tiene su punto de reunión, ya sean mezquitas o simplemente locales que están adaptados a cada religión. Esta es la historia de Fátima, Adolfo y Óscar, Chen Wu y Carlos y sus diferentes maneras de vivir la religión.
