El convenio de acreedores deberá ser aprobado por el 50% más uno del pasivo

El convenio de acreedores de Pescanova deberá ser aprobado por el 50 % más uno del pasivo, ya que en caso contrario se irá a la fase de liquidación, lo que supone poner en marcha el proceso de venta de la unidad productiva en el que los interesados pujarán por la pesquera.

El consejo de Pescanova busca ahora la adhesión de los acreedores a este convenio, que no cuenta con el respaldo de la banca española y portuguesa, que en conjunto supone cerca del 45 % del pasivo de la empresa y ha asegurado estar en un compás de espera y no secundar esta propuesta, según fuentes financieras.

Este distanciamiento se ha producido por las diferencias entre la propuesta de convenio acordada inicialmente entre la banca y Damm, y la que finalmente el consorcio, formado por la cervecera y Luxempart, presentó en el juzgado.

Las diferencias radican en las quitas de la deuda planteadas, en la capitalización y en el interés del consorcio en presentar el concurso de acreedores exprés para las filiales españolas de Pescanova.

Son concursos exprés a los que se opone la banca porque, según fuentes financieras, "supondrá aún más quita y carece de sentido cuando las entidades están dispuestas a refinanciar esa deuda". Por este motivo, han dirigido un escrito explicando esta situación al juez encargado del concurso de acreedores a través de la administración concursal.

El consorcio formado por Damm y Luxempart busca ahora conseguir la adhesión del resto de acreedores, entre ellos otras entidades bancarias -aunque algunas como Santander o Royal Bank of Scotland han vendido su deuda a los denominados fondos buitres- y pequeños acreedores y accionistas.

Si el próximo 14 de abril, fecha en la que vence el plazo de adhesión, no hay el respaldo suficiente al convenio por parte de los acreedores se iniciaría un proceso de venta de la unidad productiva En él, tanto la banca como Damm podrán presentar propuestas, pero esta vez deberán realizar una oferta económica propia y podrán ir acompañados tanto de socios industriales como de financieros.

En esta fase se vela, tanto para que los acreedores recuperen la mayor parte de la deuda, como para que la oferta ganadora ofrezca, en la medida de lo posible, las mejores condiciones para la continuidad del negocio y mantenimiento de los puestos de trabajo.

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