El alcalde de Viveiro, Melchor Roel Rivas, manifestó ayer tras la inspección realizada al matadero comarcal de Galdo, de propiedad municipal, que la intención del gobierno local es recuperar la instalación con el montaje de los elementos que están desmantelados en el interior de las naves, para que pueda funcionar la línea de becerros en el plazo aproximado de un mes.
La puesta en marcha del resto de la cadena, que incluye también la matanza de porcinos, se retrasará algo más. Mientras el matadero no opere con normalidad, se mantendrá la colaboración con el de Rábade. Cuando pueda funcionar de manera mínima, el Concello efectuará una adjudicación temporal del servicio, que será previa a la contratación mediante un nuevo concurso. Los diferentes técnicos que participaron ayer en la visita al recinto elaborarán una serie de informes, sobre los que basará el Ayuntamiento sus próximas actuaciones.
