El Concello de Ribeira de Piquín finaliza las obras para la puesta a punto de la traída de agua de Santalla, uno de los mayores núcleos de población -con alrededor de 80 vecinos- del municipio. Estas actuaciones, reclamadas desde hace años, permiten garantizar la calidad del agua potable, avalando con un sistema de cloración que es apta para el consumo.
«O beneficio é para a xente, a partir de agora a auga está clorada e é apta para o consumo. Ata o de agora non chegaban a consumila, a maioría dos veciños empregaba traídas particulares ou pozos», indica el regidor de Ribeira de Piquín, Roberto Fernández, que hace hincapié en que otra de las grandes ventajas, aparte de mejorar la calidad del agua para los domicilios, será en las explotaciones ganaderas, ya que hasta ahora «tiñan problemas coas analíticas nas granxas».
Las actuaciones para la puesta a punto de la traída municipal en Santalla se prolongaron durante los últimos tres meses y para acometerlas el Concello invirtió algo más de 14.000 euros de fondos propios.
Los trabajos incluyeron el acondicionamiento y mejora de las captaciones de agua en Rego dos Valiños, Cortín y Rego de Fidalgo y se desbrozaron los caminos para poder acceder a ellas. «Eran inaccesibles cando empezamos e a día de hoxe chegamos cun todoterreo», dicen desde el Concello, al mismo tiempo que destacan que también se limpiaron todas las arquetas, así como toda la canalización, desde la captaciones al depósito, que abarca unos 2.300 metros.
También se vació el depósito, que tiene una capacidad de 80.000 litros, para desinfectarlo. Se selló la parte superior, se renovó la fontanería y se instalaron filtros a la entrada y a la salida y un sistema de cloración, del que carecía. El antiguo depósito de Santalla, de 33.000 litros, también se limpió y será destinado como punto de acopio para extinción de incendios.
