La única alegación presentada al estudio de impacto ambiental del último tramo de la ronda urbana de Monforte, la que unirá la Rúa Ourense con la carretera Nacional 120 a la altura de la parroquia de Piñeira, la presentó el Ayuntamiento y tiene que ver con la forma de salvar la vía férrea en la zona de A Pinguela.
El proyecto diseñado por el Ministerio de Fomento contempla un paso elevado, pero desde la administración local, y tras escuchar a los vecinos de Piñeira, se ha pedido que se haga uno soterrado, al entender que tendrá menor impacto ambiental sobre la zona.
La propuesta municipal no afecta al trazado, por lo que se espera que Fomento no ponga pega alguna a esta modificación puntual del plan.
El proyecto que el alcalde, el nacionalista Severino Rodríguez, confía que pueda iniciarse este año, fue diseñado en el 2003, pero no pudo ir adelante debido a que en el 2004 el río Cabe, por el que tiene que pasar la carretera mediante un viaducto, fue declarado Lugar de Importancia Comunitaria por la Comisión Europea, mientras que la Xunta lo calificó de Zona de Especial Protección dos Valores Naturais. Ante estas catalogaciones, el Ministerio de Fomento se vio obligado a actualizar técnica y económicamente el diseño de la carretera.
La inversión necesaria para rematar la ronda urbana asciende a unos dos millones de euros. Fomento asume tanto la expropiación de los terrenos necesarios como el coste de las obras.
Antecedentes
La construcción del primer tramo de la ronda urbana monfortina se remonta al año 1993, entrando en servicio dos años más tarde. Se trata de la conocida como avenida María Emilia Casas Baamonde, que une la Rúa Doutor Casares con la Rúa Ourense.
La segunda fase de la carretera tuvo que esperar hasta el 2005. Gracias a una inversión de 1,1 millones de euros de la Xunta de Galicia continuó desde la rotonda de la Rúa Chantada a lo largo de 1.170 metros hasta la rúa Ourense.
Tráfico
Un informe de los técnicos redactores del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) dice que el tráfico en Monforte se distribuye mayoritariamente por la ronda urbana, que acoge cerca de 7.000 vehículos diariamente, así como por la Rúa Calvo Sotelo, donde se ha constatado el tránsito de 10.000 coches y camiones al día.
El resto del tráfico se canaliza por las principales carreteras radiales convertidas en avenidas urbanas. Es el caso de las calles Doctor Casares, Chantada, Ourense y Valle Inclán.
Actualmente, también cuenta con un importante volumen de circulación la ronda urbana que une la Rúa Chantada con la Rúa Ourense, aunque se espera que las cifras aumenten cuando esté totalmente rematada, finalizando en la parroquia de Piñeira con conexión a la carretera N-120.
El informe indica que la red viaria de Monforte de Lemos soporta una intensidad de tráfico que se sitúa en los 23.650 vehículos al día, que destaca la carretera Nacional 120 como la principal vía de carácter radial y de acceso a la ciudad.
Desde ella acceden diariamente al casco urbano por la entrada denominada este o la transitan 4.604 vehículos, cifra que baja a los 4.243 en el caso del acceso oeste. Asimismo, en el estudio se explica que 4.200 vehículos tienen que ser considerados de paso.
