El Concello de Viveiro habilitó seis nuevas aulas en el conservatorio

Eliminadas las filtraciones del tejado que deterioraban el emblemático edificio. El edil Jesús Fernández Cal estima que para su arreglo integral sería necesario un millón de euros
Cal, Loureiro, Rodríguez y Álvarez, junto al conservatorio
photo_camera Cal, Loureiro, Rodríguez y Álvarez, junto al conservatorio

El director del conservatorio vivariense, Antonio José Álvarez, mostró las obras realizadas en el edificio a los responsables del gobierno municipal, encabezados por la alcaldesa, María Loureiro. Las actuaciones de mantenimiento se llevaron a cabo durante el pasado invierno, según indica el concejal de obras y primer teniente de alcalde, Jesús Fernández Cal.

La intervención municipal permitió habilitar seis aulas nuevas en el inmueble, que dispone de cuatro plantas. Los trabajos posibilitaron asimismo la eliminación de las filtraciones que procedían del tejado y que era una de las causas principales del deterioro que sufría el edificio, según explican desde el gobierno local.

Las instalaciones del Conservatorio Profesional de Música de Viveiro se ubican en el antiguo hotel Venecia, construido a principios del siglo pasado sobre un solar que pertenecía al dominio público en plena travesía de la ciudad del Landro y próximo al antiguo malecón de las murallas medievales. El edificio, de más de un siglo y avanzado para su época, es uno de los más característicos de la fachada marítima vivariense, junto a las típicas galerías blancas.

Su valor motiva que el Concello vivariense considere necesario llevar a cabo trabajos de conservación del mismo con cierta periodicidad todos los años a fin de preservar el mismo. El primer teniente de alcalde y concejal de obras, Jesús Fernández Cal, considera que el arreglo integral del inmueble supondría una inversión de aproximadamente un millón de euros.

Varias empresas colaboraron en el adecentamiento efectuado, que incluyó el saneado y limpieza del tejado, que permitieron a la vez atajar las humedades que se colaban hacia el interior y que habían dañado la tarima de una parte del piso de la tercera planta y afectado a la segunda. Además, sustituyeron dos ventanas de madera y taparon grietas en la pared y los balcones.

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