El Concello de Sarria ha ordenado la retirada de la terraza de un establecimiento de hostelería de la calle Calvo Sotelo porque, según un decreto de alcaldía, carece de licencia municipal. El propietario del establecimiento, por su parte, ha requerido la presencia de un perito y un notario para certificar que "o 70%" da instalación está en un terreno privado, por lo que defiende que debe ser legalizada conforme a este hecho y no retirada en su totalidad al no encontrarse en vía pública.
El decreto, que este lunes le fue comunicado al responsable del negocio, ordena la suspensión inmediata de la actividad y la retirada de oficio, a primera hora de la mañana de este martes, con cargo al hostelero y con presencia de agentes y de la técnica municipal para que determine si resulta necesario eliminar el conjunto de la construcción, ya que se encuentra cerrada.
Tras tener noticia de esta orden, el dueño de la cafetería solicitó los servicios de un perito agrónomo para que, en base a los datos del catrastro, elaborase un informe sobre la situación de la terraza.
La instalación mide 3,5 metros, de los cuales 2,5 están en terreno privado y el metro restante, en zona pública
Según señala, la conclusión de este técnico es que la instalación mide 3,5 metros, de los cuales 2,5 están en terreno privado y el metro restante, en zona pública. Para dejar constancia de este hecho, requirió también la presencia de un notario que levantase acta de las mediciones realizadas y acompañase el escrito de fotografías.
El hostelero no descarta adoptar otras medidas en caso de que este martes el Concello le retire la terraza y considera que su deber es indicarle el modo de obtener licencia "tendo en conta que o 70% é privado e o 30% público".
Desde el gobierno sostienen que ya hubo requerimientos previos y sanciones y que la terraza precisa licencia del Concello tanto si está en terreno público como privado. Según la alcaldesa, el hostelero mientras no justifica la propiedad tiene la opción de pagar como si estuviese en terreno público.
El dueño del negocio insiste en que en su contrato de alquiler figura una superficie de 143 metros cuadrados, parte de los cuales corresponden a la terraza. Afirma también que existen facturas por las cuales la comunidad del edificio se hace cargo del pago de unas plaquetas en la zona que ahora ocupan las mesas y sillas.
Según su versión, una vez iniciado el proceso de regularización de terrazas por parte del Concello, en el mes de mayo presentó ante esta administración un escrito solicitando que le indicase si el terreno era público o privado, el cual no tuvo respuesta. En julio, añade, formuló la solicitud de licencia, tras lo cual el Ayuntamiento le respondió que precisaba una escritura demostrando la propiedad.
El mantenimiento de la terraza a lo largo de estos meses le ha costado hasta diez sanciones, que tiene recurridas por desacuerdo.
