El Concello de O Páramo y vecinos se disputan la propiedad de una parcela

El Ayuntamiento de O Páramo y la asociación de vecinos Lares Unidos de este mismo municipio se disputan la propiedad de un terreno situado en las inmediaciones del campo de la feria.

El conflicto comenzó a finales del pasado año cuando el Concello abrió un expediente de reposición de la legalidad urbanística a un grupo de vecinos por realizar obras de limpieza, desbroce y cierre de la parcela, asegurando que se trataba de un espacio de titularidad «pública». Según se explica en un decreto de la alcaldía, la parcela figura en el catastro como propiedad del Ayuntamiento.

El colectivo vecinal, por su parte, sostiene que los terrenos son de su propiedad, pues «fueron comprados ante notario, en escritura pública y bajo todos los requisitos legales», con un coste para la asociación Lares Unidos de 7.000 euros. La parcela en cuestión tiene una superficie de unos 800 metros cuadrados en la que se ubica una pequeña construcción conocida como Casa de Mauro.

Los vecinos aseguran que se encontraban limpiando la parcela para conmemorar con una comida vecinal su compra, momento en el que se presentó el alcalde conminándoles a que parasen los trabajos de desbroce y alegando que afectaban a un terreno público. El pasado mes de enero, estos mismos vecinos recibieron sendas cartas certificadas donde se les notificaba que habían cometido un supuesto delito urbanístico a título personal.

Los lugareños no entienden esta situación dado que, argumentan, la parcela pertenece a la asociación y, en todo caso, el Concello tendría que reclamar al colectivo y no a particulares. «Nunca nos imaginamos que el simple hecho de recoger la hoja seca fuese una infracción urbanística», dicen.

Obras

 

Según señalan, en la carta enviada también se les acusa «falsamente» de la realización de otras obras. «No se realizó ninguna obra en el interior del edificio salvo limpiar el moho del techo y para la realización de un cierre rústico con alambre y postes de madera no hace falta licencia, aunque la asociación ya la tiene solicitada», manifiestan.

Los afectados dicen sentirse «indefensos» porque no han vuelto a saber nada sobre el expediente. Presentaron alegaciones, pero no recibieron contestación del Ayuntamiento, afirman.

La Administración local asegura que se abrió el expediente por realizar «actuaciones consistentes en el cierre, limpieza y desbroce de parcela, así como obras de reforma de la construcción ubicada en la misma». Ordenó también la retirada de los materiales y la maquinaria preparados para ser utilizados en la obra, además del precintado de las instalaciones.

Los miembros de la asociación vecinal niegan que existiese maquinaria para realizar obras e insisten en que lo único que hacían esa jornada era «limpiar la hoja seca de los robles y echarla en el tractor de uno de ellos».

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