El Concello de O Incio trasladó ayer su «disposición» a costear las analíticas encargadas por los vecinos de Vilasouto para determinar si el agua que llega a sus hogares es potable, tras la aparición de una especie de alga en el embalse de esta parroquia, del que se surte la traída.
El alcalde, Ángel Camino, ofreció la aportación económica del Concello para pagar las pruebas, si bien aclaró que se trata de una «colaboración», ya que, según dijo, la responsabilidad de la traída es «competencia» de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. En este sentido, insistió en que la red fue construida por la CHMS, que asume también el coste del bombeo, entre otros gastos.
El Concello remitió a este organismo los análisis realizados por Sanidade, según los cuales el agua no es apta para el consumo humano. «Dende entón non tivemos ningunha resposta», por lo que se mantiene la recomendación de no ingerir el líquido procedente de esta traída, señaló.
El veto se prolonga ya durante más de dos semanas y los vecinos decidieron pagar sus propios análisis al no tener más notificaciones desde entonces. Según el alcalde, el Concello no recibió ninguna petición de los residentes para costear nuevas pruebas, por lo que la Administración local se ofrece a colaborar una vez tuvo conocimiento de este hecho.
Tras varias semanas, el alga desaparece y el estado del agua de la presa está casi normalizado.
