El Concello de Guitiriz debe crear plazas para dos empleados veteranos

Los trabajadores, que llevaban años en el Grumir, reclamaron su puesto por vía judicial ► Otra sentencia también reconoce un fallo en el proceso selectivo de la Brigada Verde

Las últimas semanas han sido movidas en el Concello de Guitiriz a nivel judicial, con la resolución de varias demandas interpuestas contra la administración local en los últimos años. Una de ellas afecta a dos veteranos trabajadores municipales, que reclamaron un puesto de trabajo municipal por vía judicial y ganaron, por lo que ahora el gobierno local deberá crear sus plazas. 

Ambos trabajaron durante años en el Grumir, pero su desaparición les llevó a reclamar los derechos adquiridos. A la espera de la resolución del proceso, lograron plaza como capataces en el GES, puestos que el Concello les renovaba en diciembre de 2015 –ya contaban con una primera sentencia favorable, pero no definitiva–, mientras que se sacaban a concurso las plazas de peones. 

Hay un tercer trabajador en idéntica situación, pero su demanda se presentó más tarde, por lo que aún no tiene sentencia firme, pero se supone que el fallo también le será favorable.

El contencioso estimó un recurso del expresidente de Protección Civil contra el Ayuntamiento por su expulsión de la agrupación

Otra de las sentencias resuelve un proceso iniciado en 2011, cuando se realizó un concurso oposición para la Brigada Verde municipal. Uno de los aspirantes excluidos estimó que no le habían contabilizado todos sus méritos y reclamó en el juzgado. 

En 2012, el Concello iniciaba los trámites para declarar lesividad y solventar el error, pero quienes obtuvieron las plazas también recurrieron al contencioso, por lo que el proceso se paralizó. Finalmente, se desestimaron las demandas de los operarios contratados y se reconoció la lesividad, por lo que el Concello tendría que anular dichas contrataciones, corregir el error y emplear al aspirante. 

FALTAS. En 2013, Marcos Pérez Polín, voluntario de Protección Civil, presentó un recurso contencioso administrativo contra el Concello, ya que el entonces alcalde, Xosé María Teixido, le sancionó con la expulsión definitiva por "faltas muy graves", tales como exigirle al regidor una disculpa por abrir las cartas de la agrupación, no aportar datos pedidos o airear en los medios sus discrepancias. 

El juez deja a un lado la "posible relación conflictiva" entre las partes –Marcos es hijo de la socialista Regina Polín y Teixido del PP– y falla a favor del demandante, al no recoger la normativa la imposición de dicha sanción.

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