El comité de Política Social censura el relevo del exdirector Robles en el Santo Anxo

Insta a asumir con medios propios todas las funciones del centro en vez de dejarlas a merced de "os intereses económicos dunha empresa"
Entrada del centro Santo Anxo de Rábade
photo_camera Entrada del centro Santo Anxo de Rábade

El comité de empresa de la Consellería de Política Social en Lugo se ha sumado a las voces críticas por la destitución de Jesús Robles como director del centro de menores Santo Anxo de Rábade, reemplazado en noviembre por el psicólogo Óscar Viñas. Censura que se "descabezase" un proyecto educativo "elaborado a base de esforzo durante tantos anos" e insta a la consellería a que asuma con fondos propios "todas as funcións no centro", en vez de dejar algunas a empresas privadas.

El comité se alineó así este jueves, mediante un comunicado, con la plantilla del Santo Anxo tras el polémico relevo de Robles -ahora psicólogo en un equipo de menores de la delegación-, que se produjo tras agravarse el conflicto entre trabajadores de la empresa de seguridad privada contratada para el centro y un funcionario que es vigilante nocturno, al que investiga el juzgado y ha abierto un expediente la consellería.

El comité de Política Social en Lugo expresa su "apoio absoluto" a una labor "aparentemente perfecta" de Robles "durante 36 anos". Considera que el daño causado "é de difícil reparación" y entiende que la consellería "debería ter saído ao paso" de las graves acusaciones sobre la gestión del centro.

La Xunta se ha reunido con los vigilantes en plantilla y los privados para delimitar competencias, pero continúan sus roces

El comité insta a la consellería a "ir ao fondo do asunto", y asumir con fondos propios todas las funciones del Santo Anxo. Aduce que "non se pode nin se debe introducir nun terreo tan sensible" como la protección de menores "os intereses dunha empresa privada", en lo que parece una alusión al servicio de vigilancia privada.

Desde la consellería replicaron que el cese de un puesto de libre designación "é un procedemento habitual"y que, al ser una plaza de "especial responsabilidade", es "fundamental a confianza", que con Robles se perdió. Recalcaron que la medida "non interferiu"en ese proyecto educativo y, sobre la cuestión de la vigilancia, recordaron que en todos los centros de esa naturaleza "recórrese a unha empresa de vixilancia privada".

SIGUEN LOS ROCES. Mientras tanto siguen los roces entre vigilantes privados y el funcionario investigado. Al parecer, obligaron incluso hace días, durante el ingreso de una menor en el centro, a mediar a agentes de la Policía Autonómica, que supuestamente afearon al trabajador expedientado su conducta. Desde la Xunta dijeron desconocer el incidente y que se han reunido con ambas partes para aclarar sus competencias.


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