El Colexio de Arquitectos premia una obra en Roupar

El Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) distinguió el local de la asociación de vecinos de Roupar, en Xermade, con un accésit en la categoría de ‘Arquitecturas de baixo custo’ de la decimocuarta edición de los Premios COAG, unos galardones que reconocen las mejores obras de la arquitectura gallega del último bienio, que destacan la función social que desempeña el arte y la técnica de proyectar y construir edificios y otras estructuras.

Y es que el edificio, una construcción de 50 metros cuadrados auxiliar a la escuela habanera, realizada con hormigón, acero y chapa de aluminio, y diseñado por la xermadesa Luz Paz Agras-profesora en la escuela superior de Arquitectura de A Coruña-, no es una construcción cualquiera, es vanguardia en el rural.

«Non estamos acostumados a traballar cun profesional no rural, e é algo importante», dice la autora del diseño de la construcción, que asegura que el premio, que «é un recoñecemento importante como profesional», demuestra que «hai obras que por pequenas que sexan son igual de importantes» y que hoy «valórase a calidade das obras no rural, co que logo non teremos que falar de feísmo».

La obra, inaugurada en diciembre de 2008, se llevó a cabo en unos dos meses a través «do traballo directo coa xente», explica la arquitecta, que asegura que es una obra de «autoconstrucción», por lo que se pagaron los materiales pero no la mano de obra. El presupuesto, de 30.000 euros, fue financiado por Medio Rural y donaciones.

«Non pretende mimetizarse, é un edificio anexo»

  • La arquitecta explica que la construcción es «un complemento a unha escola indiana, cun valor arquitectónico e patrimonial recoñecido que hai que respetar», como también se encargó de defender Patrimonio. El edificio anexo lejos de buscar similitudes, se diferencia. «Non busca competir coa escola, que é a protagonista. E arquitectura contemporánea que non pretende mimetizarse».

Nuevos usos

  • El edificio se construyó tras las peticiones de los vecinos, que necesitaban un local social. «Necesitaban un local para novos usos, que non podían levar a cabo na escola», dice. Entre esos usos, el nuevo espacio cuenta en su interior con una ‘lareira’ que les permite cocinar, vedado en la escuela.

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