El coche del atropello iba más rápido de lo permitido, según los testigos

Algunos testigos que se encontraban en la zona el pasado sábado cuando un coche arrolló a dos mujeres en Monforte y se dio a la fuga insistieron ayer en que el vehículo autor de los hechos circulaba a más velocidad de la permitida por una vía que está limitada a 50 kilómetros por hora, aunque esa apreciación no fue confirmada por fuentes oficiales que descartaron pronunciarse sobre ese aspecto.

Según las versiones de esas personas, el coche no paró tras alcanzar a las dos mujeres y se escapó por una pista hacia la izquierda que conduce al barrio de As Lamas.

El dispositivo de búsqueda del vehículo se puso en marcha pocos minutos después del siniestro, mientras las víctimas recibían atención de los servicios de emergencias. Efectivos de la Guardia Civil y de la Policía peinaron el entorno durante toda la noche del sábado pero no tuvieron éxito en la búsqueda.

La Guardia Civil mantenía ayer abiertas todas las líneas de investigación sobre el siniestro en el que perdió la vida una mujer de 57 años, María Ángeles Mayo Ferrero, y quedó herida grave María Bouza Fernández.

El personal de Tráfico sigue contando con la colaboración de la Policía Nacional y de la Local en la intensiva investigación desarrollada para dar con el vehículo y su conductor. Se trabaja en varias direcciones y el ámbito de actuación de la investigación se extiende por varios municipios de la zona sur de la provincia.

Los testigos que se encontraban en las cercanías en el momento del suceso continúan apuntando a un coche rojo, incluso algunos hablan directamente de un Volkswagen Golf, sin embargo, los investigadores no se centran sólo en ese modelo y no descartan que pueda ser otro tipo de vehículo de color y características muy similares al Golf.

El siniestro se produjo poco antes de las once de la noche en un tramo de carretera escasamente iluminada y eso supuso una dificultad para que las pocas personas que estaban en las inmediaciones de la vía que va de Monforte a Currelos en el momento del atropello captasen datos más concretos del coche.

Tras el siniestro, los efectivos de los cuerpos de seguridad recogieron restos del vehículo y otro tipo de pruebas en la zona, por lo que también se trabaja intensamente con las pistas que puedan arrojar esos elementos.

FUNERAL

Mientras continúa el trabajo de las fuerzas de seguridad, los usuarios, monitores y otros trabajadores de la asociación Prodeme, a la que pertenecen las dos víctimas, y numerosos vecinos de Monforte despidieron ayer a María Ángeles Mayo Ferrero en un funeral que se celebró en Lugo, lugar donde la mujer tenía algunos de sus familiares.

Julio Cortiñas, gerente del colectivo de ayuda a personas con discapacidad psíquica Prodeme, apuntó ayer que todos los miembros de la asociación, tanto internos como personal, estaban muy afectados y que esperan y confían en las fuerzas de seguridad para que den con el vehículo y con su conductor.

«Sabemos que atopar o culpable non nos vai devolver a nosa compañeira pero cremos que lograr iso nos axudará a superar este trance tan duro», afirmó Cortiñas. «Ademais, recoñecemos que calquera pode despistarse conducindo e atropelar a unha persoa, pero o que nos doe é que se dese á fuga», añadió.

Por su parte, María Bouza Fernández se recupera favorablemente en las instalaciones del hospital comarcal Julián García de Monforte. Cortiñas comentó ayer que, afortunadamente, sus heridas eran menos profundas de lo que parecía en un primer momento y que su evolución es positiva.

El gerente de Prodeme aclaró que María Bouza precisará tiempo para recuperarse pero las noticias de los médicos invitan a ser optimistas.

LOS HECHOS

El atropello tuvo lugar en el kilómetro 1,2 de la carretera que une Monforte con Currelos cuando las dos usuarias de Prodeme caminaban por el arcén sin chaleco reflectante, según un parte facilitado al día siguiente de los hechos por la Guardia Civil de Tráfico. El vehículo circulaba hacia la ciudad del Cabe cuando arrolló a las dos mujeres que habían terminado de cenar en las instalaciones de comedores de Prodeme y se dirigían al inmueble de los dormitorios, a varios metros de distancia.

Julio Cortiñas aclaró que en el centro de Prodeme cuentan con vehículos y personal para desplazar a los usuarios de unas instalaciones a otras pero que Ángeles Mayo y María Bouza habían preferido ir caminado porque hacía una noche muy agradable.

De hecho, la carretera por la que transitaban el sábado es muy utilizada por todos los vecinos de la ciudad del Cabe para pasear y hacer deporte.

Comentarios