El hotel Villamartín de Vilalba, en venta tras tres décadas de historia

Los dueños reconocen "conversaciones" con varias firmas lucenses
Hotel Villamartín
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El hotel Villamartín, un símbolo de la capital chairega que la familia Sanjurjo puso en marcha a mediados de la década de los 80, vive actualmente tiempos difíciles. En un marco de crisis económica, que provocó una caída continua en las cifras de ocupación, el propietario y director del hotel, José Sanjurjo –hijo de José Sanjurjo Lozano, unos de los grandes emprendedores de Vilalba, fallecido en junio de 2012–, reconoce que «hay voluntad de venta» y que se han iniciado "conversaciones" con varias empresas interesadas. Confirma así lo que hasta ahora era ‘vox populi’ en la localidad.

"No hay nada en firme todavía, pero empresas interesadas hay varias y están abiertas las negociaciones", dice el empresario, que trabajó en el hotel desde sus comienzos, cuando abrió sus puertas hace ya casi tres décadas.

Las conversaciones sobre una posible venta se iniciaron hace algo más de un año –incluso se interesó alguna firma de Vilalba por la compra del hotel– pero no se llegó a ningún acuerdo. En la actualidad, están abiertas negociaciones con varias empresas, todas de la provincia de Lugo, según indica el propietario, que declina hablar de nombres o de precios por el momento.

Las ofertas presentadas hasta ahora buscan distintos futuros para el clásico hotel vilalbés, situado en la Avenida Terra Chá. Así, mientras varias pretenden mantener la actividad y continuar con el sector servicios para el que fue concebido, otras tienen como objetivo reconvertir las instalaciones en una residencia de mayores.

"Son meses malos para la hostelería", apunta el director del hotel Villamartín, que reconoce que en los últimos tiempos no hay una ocupación regular y casi siempre baja. "La mayoría son gente que viene por trabajo y hay semanas de racha y otras que estamos bajo mínimos", apunta José Sanjurjo, que recuerda que la plantilla del hotel suma en total diez trabajadores.

DISCOTECA. La empresa Sanjurjo Lozano S.L. –independiente de José Sanjurjo SL, una firma de construcción que también pertenece a la familia y que está ejecutando su plan de viabilidad tras entrar en concurso de acreedores en 2012–, engloba la gestión del hotel, el restaurante y la discoteca Troco, una gran sala que está cerrada desde el último trimestre del año pasado, aunque abrió en Fin de Año y en Carnaval.

"Estuvo muchos años abierta, después cerrada unos cinco años y se volvió a abrir y trabajó otros cuatro o cinco, pero la movida nocturna bajó una barbaridad y no se puede mantener abierta una discoteca tan grande para tan poca gente como la que había últimamente", explica el empresario vilalbés, que asegura que la oferta de venta del hotel incluye también la discoteca. "Es un todo. La propiedad es la misma y siempre funcionó como tal", asegura.

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