La mayor lacra en el negocio del cine, el pirateo, puede haber llegado a su final. Y es que, un novedoso sistema de proyección, que este jueves comienza a funcionar en las salas de cines de Lugo, impedirá a los piratas grabar las películas dentro de las salas de proyección.
A raíz del nacimiento del pirateo y de la descarga ilegal de películas, las salas de los cines han ido perdiendo paulatinamente espectadores, pero el sistema digital en 3D (3 dimensiones) tratará de que éstos regresen a las butacas.
La iniciativa es "arriesgada", como aseguró este martes el responsable de una de las salas de exhibición de Lugo. La inversión realizada para adaptar cada sala de proyección es de 94.000 euros, una cifra muy elevada, y más, en plena crisis económica, señalaba. "Claro que la inversión es arriesgada, las de todas las empresas lo son, pero algo hay que hacer para conseguir que se vuelvan a llenar las salas de los cines", comentó.
La principal novedad que incorpora este sistema en su lucha contra el pirateo es que las películas están grabadas con dos cámaras. De este modo, se logra el realismo en 3 dimensiones. De hecho, si la película se ve sin las gafas especiales la imagen es borrosa o distorsionada. Así, es imposible que las cámaras que se emplean para grabar las películas dentro de los cines se descarguen luego de Internet.
El pirateo es un problema que conocen muy bien en los cines. De hecho, un empresario contaba que durante la proyección de la película Ultimátum a la Tierra, en octubre de 2008, detectaron cómo una persona estaba grabando el filme dentro de la sala. "Cuando procedimos a decirle que estaba haciendo algo ilegal intentó escapar, pero logramos encerrarlo en una sala hasta que llegó la Policía", dijo.
Pruebas
Las experiencias previas realizadas con este sistema fueron un éxito, ya que se consiguió que las salas se llenaran de nuevo.
Los cines de la capital estrenarán el sistema 3D con la proyección de la película Ice Age 3, que llega como una de las sensaciones de la temporada y que son una de esas películas que gusta tanto a niños como adultos. La calidad del 3D busca un aliciente añadido.
El precio de la entrada para las películas en 3 dimensiones será sensiblemente superior al de los filmes habituales al menos en uno de los cines que estrenan el sistema. Así, si una entrada para una película oscila entre 5 y 5,50 euros, el precio se elevará para el nuevo formato en 1 euro, como mínimo, indicaba este martes el responsable de los cines Centro, Severino Pato. El coste para el espectador aumenta ya que el precio de las películas en 3 dimensiones también es superior para los propietarios de las salas, alegaba.
"El precio de las entradas lo pactamos con el distribuidor de las películas. Nosotros tenemos un precio de 5 euros entre semana y de 5,50 los fines de semana. Con el nuevo sistema intentaré ponerlo en 6 euros a diario y 6,50 sábados, domingos y festivos. El problema está en que los distribuidores quieren que los precios sean de 7 y 7,50 euros y ahora estamos negociando. En principio, rebajaron un poco sus pretensiones y mañana (por este miércoles) ya sabremos el precio definitivo de las entradas", dijo Pato.
La tarifa del cine en 3D en As Termas tampoco se conoce aún.
Unas gafas con un filtro LCD sincronizado con el proyector
Las gafas especiales que se entregarán a todos los espectadores antes de la proyección de cada película son el factor más importante del sistema 3D. Se trata de un modelo especial con un filtro LCD (Liquid Crystal Display) que se sincroniza con el sistema de proyección, para tapar un ojo u otro según corresponda.
En realidad, en el nuevo sistema se proyectan dos películas al mismo tiempo, una por cada ojo, con fotogramas intercalados. El cerebro no es capaz de percibir el cambio, porque un filme tridimensional tiene 114 fotogramas por segundo, frente a los 24 del sistema tradicional.
En cada proyección , cada ojo recibe una secuencia de imágenes distinta. De hecho, en el rodaje de una película en 3D se necesitan dos cámaras simultáneas: una que recoja las imágenes del ojo izquierdo, y otra para las del derecho.
Las gafas son diferentes a las de las primeras películas en 3D, que eran de usar y tirar. Éstas son reutilizables y cada una tiene un precio de 50 euros y su lavado se realiza en un lavavajillas especial, que cuesta unos 5.000 euros.
Las gafas están conectadas con los proyectores digitales 3D, el aparato más caro de todo el proceso, cuyo precio se sitúa en torno a los 60.000 euros. Para emitir cada película se necesitan dos proyectores. En uno se encuentra alojado el sonido y en el otro la imagen. Además, con el nuevo sistema las películas cambian su formato, ya que llegan a los cines en discos duros portátiles.
