La Guardia Civil encontró pequeñas cantidades de cocaína y útiles para su manipulación en el registro que realizó en la mañana de ayer en el bar-hamburguesería propiedad de Antonio Fernández Fente, el chantadino de 41 años que el pasado martes por la noche le disparó en la cabeza a su pareja sentimental y camarera, Sonia Figueroa, de 32 años, dentro del establecimiento cuando este estaba cerrado al público.
Una veintena de agentes procedieron por orden judicial al registro del local, para lo que utilizaron la ayuda de un perro de raza pastor alemán adiestrado en la detección de drogas. Los guardias salieron del local con varias bolsas de distinto tamaño. En ellas, según pudo saber este diario, iban varios gramos de cocaína, pero también básculas y diferentes sustancias químicas que se utilizan para ‘cortar’ la droga, hacerla menos pura y sacarle un mayor rendimiento económico en su venta al menudeo.
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